Poema con fines de humo: celebración y reflexión de la lengua

Poema con fines de humo: celebración y reflexión de la lengua

Por: Víctor Coral

Para quienes amamos la poesía bien escrita, y sobre todo aquella que infusiona el lenguaje, lo pulsa, lo pone en florescencia y asedia sus límites, encontrarse con libros como este del poeta dominicano León Félix Batista es como hallar un oasis verbal, una floresta sónica.

Bien dice Sonia Betancort en su prólogo que el extenso y brioso poema que compone la primera parte del libro “recuerda las tenues figuras del humo que ratifican nuestro destino ineluctable de convertirnos en nada”. La temática de “Poema con fines de humo” (el poema), sin embargo, parece estar muy clara; los epígrafes de Tranströmer y Dante, que aluden a la mediana edad, así la remarcan.

Lo que me interesa resaltar aquí es la dimensión sonora y de sentidos que el poeta ofrece al lector en sus versos. Aliteraciones, calambures, desplazamientos semánticos, oxímoros, sinécdoques, arcaísmos y neologismos parecen agolparse en los versos como a la espera ansiosa de su aparición ante los ojos del lector, como si de su actualización sonora (en el acto de ser leídos) dependiera el poder y el placer de la poesía. Dos fragmentos:

Como cemento íntimo
para tu mito indómito
deflagración de la palabra al límite
en recortes de racconto
la precuela es clara ahora:
lo mejor es no sumarse más cenit
pero heme aquí en mi horma
como humo que no cuaja
(…)

Un monumento en nada
una suma de sus simas ser humano
autorretrato abstracto
de narcisos de nosotros
en el reino de las formas inconstantes
superficies de mirar
como si fuera efímera amenaza
de una hiena te cercena por mitad
se sale de ese bucle
haciéndose bagazo
paca de forraje
gollejo disruptivo
lo que importa es la resina
que te deje fijo en casa,
descosido de la malla metafísica

Y es así. El tema de la cincuentena de edad, el reconocimiento de la fugacidad de la vida humana, la mirada irónica y aún sardónica a la existencia en su visceralidad, se ven potenciados por las sutiles explosiones lingüísticas, las avezadas paradojas, los fogonazos de humor eufónico. El largo poema termina siendo un río de sentidos que se apoyan unos a otros para establecer una red de flujos verbales que arriba a una visión crítica, críptica de la realidad humana, más allá de su punto de partida –plausible en sí mismo—cronologista. Cito:

Todo río es temporal
del que puedes escapar
con supercuerdas
de cincuenta inconsistencias
cronológicas
me decanté por mi animal demente
y al pasar desierto, os digo:
el verdadero si-
no es un monzón

Como saben, sal de ser
ahora y siempre:
como era en precipicio

Ocurra todo raudo
un soplo de la Estigia
calcinado por un espejo ustorio

Ol que pasa de cincuenta
sobrepasa un temporal
y espera el mismo estigma
como tema

Por tanto, vete dentro:
observa tu tabú
con mecánica mnemónica
de fase hacia el deceso

Espérate en el páramo
del número que tejes
como harapos sobre el torso

La pulpa astral
mezquina
—pero molida a mano—
un injerto de ti que no se adapte
al telar interminable de la niebla

Afortunadamente, eso no es todo con el texto (aunque podría serlo). La segunda parte del libro, titulado “Residuales”, juega a distancia y complementa el poema comentado. Se trata de una una serie de aforismos poéticos (podríamos llamarlos versorismos) en donde escritura, lectura, poesía, prosa, verso, pensamiento… encuentran formas y contenidos diversos, divergentes, divertidos. A manera de unas esquirlas que hubieran sido obsesivamente ordenadas, el conjunto parece reflejar, no miméticamente, una poética personal implosionada y reconstituida de una manera sabia y a la vez lúdica. Reflexión, amor por la lengua, humor, en dosis equilibradas. Algunas esquirlas:

La poesía es un laxante para el estreñimiento del léxico en la prosa.

Batahola de burbujas, oraciones erosivas: un poema derivado de la niebla.

La lírica se cura con pólvora y limón, y cápsulas de un lé- xico más laxo.

Como si nada, así: como sinapsis, orificios de poemas con entradas y salidas.

Se tiene que decir las cosas como cactos: extraños al lenguaje y, sin embargo, escritos.

El canto es lo que explica la inestabilidad del pájaro en la cuerda.

León Félix Batista, con Poema con fines de humo (Eolas ediciones, Colección Lengua de Agua, 2023), alcanza y nos ofrece la consolidación y madurez de su trabajo poético.
Los lectores debemos agradecerle que dicha maduración conserve el ánimo celebratorio y la ebullición de siempre.

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