De cuando en cuando, Juan Taveras Hernández, conocido como Juan TH, hace un alto en sus habituales escritos periodísticos y en sus comentarios de radio y televisión, ordinariamente de temas picantes de la cambiante e incomprensible política dominicana, para internarse en el atractivo y atrayente dominio de la lengua como instrumento para crear mundos, describir policromías y expresar sentimientos humanos.

El Juan TH periodista de primera línea cede el espacio al Juan TH periodista, más sensible, más cuidadoso en la escogencia de las palabras, más interesado en los poliédricos sentires que pululan alrededor de la naturaleza humana.

En fin, el poeta. En ese hermoso afán, acentuado en tiempos pandémicos, Juan TH ha tejido un manojo de poemas que acaba de publicar en tres hermosos libros –con un diseño de naturaleza poética– sus poemas, sus versos, sus dolores, sus frustraciones, sus amores, sus caminatas sentimentales…

Los libros llevan el título genérico de “Juan TH en tres tiempos”, y se desglosan así: “En tiempo de tempestad”, “En tiempo de amor” y “En tiempo de nostalgia”. Llevan prólogos de Rafael Peralta Romero, José Antonio Rodríguez y Ramón E. Colombo. Disfrutemos algunos de estos poemas.

Niño de la calle

En cada esquina un niño pide perdón por haber nacido,
Un niño duerme desnudo,
Hay un niño descalzo.
En cada esquina un niño no entiende,
Un niño se pierde
Un niño muere de hambre.
En cada esquina la indiferencia mata a un niño,
Muere el futuro,
La vida pierde sentido.
En cada esquina hay un niño sin amigos,
Un niño es un mendigo
En cada esquina un niño pide perdón por haber nacido,
En cada esquina me veo a mí mismo
En cada esquina te veo a ti, hijo mío.

Me abrazo a la sombra

Me abrazo a la sombra
Que se yergue ajena en el pedestal de mi estatura.
La que duerme y se despierta conmigo,
La que camina los caminos de mi destierro.
La sombra que abrazo y que me abraza
Se bifurca en los espejos de mi existencia.
Mi sombra,
La que morirá conmigo.
Mi ataúd.

Envidia

Envidio a los cantantes que cantan las canciones que no puedo cantar yo.
Envidio a los poetas que escriben los poemas que no puedo escribir yo.
Envidio a los bohemios que en noches de bohemia duermen la resaca de un viejo amor.
Envidio a los perros que le ladran a la luna mientras no tengo a quien gritarle yo.
Envidio a los que aman sin perder la cordura porque lo mío contigo fue una locura.
Y te envidio a ti que puedes amar a otro en vez de amarme a mí.
¡Lo que no he podido hacer yo!

Amor y sexo

Sexo no es amor.
El sexo es animal,
Es instintivo,
Es acción,
Placer,
Deseo,
Carnal,
Es necesidad existencial.
El amor es otra cosa.
El amor es sentimiento,
Pureza,
Ternura,
Solidaridad,
Unidad
Humanidad,
Es lo que le da sentido a la vida.
Se puede tener sexo sin amar,
Y se puede amar teniendo sexo.
Nada es más hermoso ni placentero que tener sexo amando.

¿Lo sabrá?

¿Sabrá ella lo que bulle en mi ser?
¿Lo que late en mi interior?
¿Lo que sucede en mi corazón?
¿Lo que nubla mis sentidos?
¿Lo sabrá ella?
¿Sabrá lo que sufro por una razón o por otra?
¿Lo que me apena o me hace feliz?
¿Lo que me hace llorar o reír?
¿Lo que me da vida o me mata?
¿Lo sabrá?
¿Sabrá lo que siento cuando está frente a mí?
¿Cuándo la abrazo y la beso tembloroso y sin palabras?
¿Cuándo me detengo a navegar en sus ojos en silencio?
¿Lo sabrá?