Poesías ganadoras  del concurso
Por Nuestro País Primero

Poesías ganadoras  del concurso<BR>Por Nuestro País Primero

Los Padres de la Patria
Ámbar Jelena Vásquez Frías

Los padres de la Patria
Salvaron mi país,
cada vez que hablan de ellos,
me siento muy feliz.

Ellos fueron puntuales,
de ellos me siento feliz
quisiera devolver el tiempo
para verlos otra vez aquí.

El mundo alrededor
Lisbeth Gilbana Peña Castillo

Mi mundo alrededor
es tan bello, sí señor
los campos tan bellos son,
los ríos y su frescor.

Bonito es el mundo
bonito y bello es,
no me lo niegues,
porque yo lo sé muy bien.

Tan bello, tan hermoso
sí señor, nos da recursos naturales,
nos da amor y compasión.

Esos hombres
Guillermina Kingsley

Esos hombres de tanta enseñanza  
me dan tristeza,   
hablando de paz  
y el fusil en el hombro.

Esos hombres me dan tristeza   
porque aún así de poderosos                 
me dan tristeza           
porque así, de tanto odio se ahogaron   
entonces, esos hombres       
no podrán cerrar los ojos.

Mi país soñado
Walkiria Musa Martínez

Quiero un mundo con flores y aves
de gentes buenas con tiernos corazones
muchas escuelas con sabios profesores
y en ellas un jardín con muchos girasoles.

Con muchos campos verdes con campos de frutales
ríos, arroyos,  y lindos manantiales
muchas casitas rodeadas de rosales
padres, niños felices y muchos animales.

¡Qué viva mi Quisqueya!  tierra de lindos mares
sus montañas y sus ríos con grandes caudales
sus fábricas de telas, carros y aeronaves
y gobiernos capaces de eliminar el hambre.

Sonajero de la Muerte
Marian Shame Musa Olivares

La piel del tiempo
vacila en resucitar
tu encarcelada ausencia,
rumorea la sombra de tus heridas.

La noche,
lluvia de amargura,
sonajero de la muerte,
anestesia tus ojos.

Los minutos revoloteados
insisten en derribar
la oscuridad.

Poema a la luz
Maya Díaz

Oh luz del sol
luz que asoma mi ser
como una ola a la blanca arena.

Oh Dios que llega a mis ojos
como una ola  a la orilla
desde un lugar escondido …

Oh mar azul que llegas inesperado
para llenarme de tus saladas aguas
y abrazarme con tu cuerpo en danza.

Oh bello amanecer
que asomas a mi ventana
como la suave brisa
que acaricia mi rostro
con las manos invisibles de Dios.

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