POR JESSE SÁNCHEZ
De MLB.com
LOS ANGELES. – De todas las historias que el coach de los Dodgers Manny Mota ha hecho en todos estos años, quizás ninguna de las del béisbol tiene tanto significado para él que la de su querido Placidito, de la República Dominicana.

Placidito era un muchacho pequeño para su edad, Mota recuerda, pero un niño que creció en una familia buena y un niño destinado para grandes cosas. Placidito podía batear y fildear, pero no era el más rápido del equipo, quizás porque sus piernas eran más cortas que las de los demás, pero trataba con fuerza y tenía el corazón de oro.

Placidito iba a ser alguien un día, Mota pensaba, así que nunca se rindió con el muchacho de 10 años, y Placidito nunca se rindió él mismo.

Mota estaba en lo cierto. Placidito es mejor conocido en estos días como el intermedista de los Tigres Plácido Polanco y aunque ha superado muchas cosas desde sus días en la Liga Manny Mota en Santo Domingo, Polanco aun lleva las lecciones aprendidas en su juventud. También lleva parte de Mota con él cada vez que toma el terreno.

Esta temporada, Polanco está bateando .310 con dos empujadas en 10 juegos con Detroit. En su carrera, tiene un average de por vida en 930 juegos con San Luis, Filadelfia y Detroit.

“Manny Mota es como un segundo padre para mi”, dijo Polanco, de 29 años. “No solo me dio una beca para ir a la universidad y vivir en los Estados Unidos, me enseñó el juego y cómo vivir. Me dio una beca de por vida”.

Los lazos entre los Motas y los Polanco son estrechos. El padre de Polanco, también llamado Plácido, era una estrella de béisbol y softbol en la República Dominicana que luego se convirtió en instructor de las Ligas Manny Mota.

Al igual que Mota, el padre de Plácido dedicó su vida a ayudar niño y niñas dominicanas a alcanzar su potencial y la relación entre las familias rápidamente se formó.