Polémica en Arabia Saudí por proponer
que mujeres puedan manejar

Polémica en Arabia Saudí por proponer <BR>que mujeres puedan manejar

RIAD (AP).- Una sugerencia de que se realice un estudio sobre la posibilidad de revocar la prohibición de conducir impuesta a las mujeres en este país, la única en su clase en todo el mundo, ha desatado un revuelo y una polémica en Arabia Saudí.

La propuesta presentada por un miembro del Consejo Consultivo, Mohammad al-Zulfa, le ha merecido a éste numerosos insultos; su teléfono móvil recibe continuas llamadas de saudíes furiosos porque su plan estimula a las mujeres a cometer dos pecados contra los preceptos musulmanes: quitarse el velo y mezclarse con los hombres.

Su teléfono recibe mensajes en que se pide a Alá que le congele la sangre, mientras que en los espacios cibernéticos de charla se formulan acusaciones insultantes contra él. Hay quienes han pedido que se destituya a al-Zulfa del Consejo Consultivo y se le prive además de la nacionalidad saudí.

El revuelo puede parecer sorprendente a los extranjeros. Pero en Arabia Saudí, donde los clérigos tienen la última palabra para definir las libertades femeninas, la cuestión afecta el estilo de vida estrictamente islámico del país.

Los conservadores, que consideran que la mujer debe estar protegida del contacto con desconocidos, dicen que conducir permitiría a las mujeres salir de sus casas cuando quisieran e ir a donde quisieran. Algunos afirman que el volante les daría oportunidades para violar la ley islámica, porque al conducir tendrían que quitarse el velo que les cubre los ojos y se verían obligadas a comunicarse con desconocidos, tales como los fiscales de tránsito o los ocasionales mecánicos.

«Las mujeres al volante dan resultados malignos», dijo el lector Munir al-Shahrani en una carta enviada al editor del diario Al-Watan. «¨Puede usted imaginarse lo que ocurriría si el auto se le descompone? Tendría que pedir ayuda a un hombre…»

Pero al-Zulfa afirma que ni la ley civil ni la islámica prohíben a la mujer conducir un coche.

En lugar de ello, la prohibición se basa en edictos de clérigos que afirman que cualquier mujer al volante crearía situaciones conducentes a una tentación pecaminosa. Medio centenar de mujeres que desafiaron la prohibición y condujeron automóviles en noviembre de 1990 fueron encarceladas por un día, fueron privadas de sus pasaportes y perdieron sus trabajos.

Al Zulfa dijo que había propuesto un estudio para revisar la prohibición de conducir durante una sesión del consejo acerca de las estadísticas de accidentes del tráfico, que según el gobierno ocasionan más de 5.000 muertes cada año en las calles y carreteras del país.

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