Polémica en China por la recuperación de las columnas del Palacio de Verano

Polémica en China por la recuperación de las columnas del Palacio de Verano

PEKÍN. El regreso a China de las columnas del antiguo Palacio de Verano, conservadas en Noruega, ha encendido un debate sobre el coste de la recuperación de esas antigüedades saquedas por los occidentales.

A cambio de una donación de 1,6 millones de dólares al KODE Art Museum de Bergen (Noruega), Huang Nubo, un riquísimo promotor inmobiliario chino, logró el regreso a Pekín de siete columnas de mármol blanco que pertenecieron al antiguo palacio imperial chino, devastado en 1860 por las fuerzas franco-británicas.

Su gesto, de intención patriótica, provocó sin embargo una ola de críticas en China, donde algunos no comprenden que sea necesario pagar por unas reliquias robadas.

Las antigüedades expoliadas hace tiempo por las potencias occidentales no son un problema estrictamente chino.
Los mármoles del Partenón de Atenas enviados a Londres hace dos siglos por Lord Elgin y conservados en el British Museum estuvieron esta semana en el centro de una controversia entre el actor y director de cine norteamericano George Clooney, favorable a que sean restituidos a Grecia, y el alcalde de Londres, Boris Johnson.

Sin embargo, esta cuestión toma un cariz extremadamente político en China, donde sigue vivo el amargo recuerdo del «siglo de humillaciones» que el país sufrió después de la intrusión de las potencias europeas en el Imperio durante el siglo XIX.

En China, «la retórica es más encendida y las reivindicaciones se apoyan más en justificaciones nacionalistas», señala James Cuno, presidente del J. Paul Getty Trust, coleccionista y autor de un libro sobre la propiedad de obras antiguas.

Según él, la insistencia tanto de las autoridades como de los coleccionistas privados chinos en Occidente «sólo puede aumentar, a medida que se incrementan el nacionalistmo y el desarrollo económico del país».

«Una humillación nacional». Nadie sabe exactamente cuántos tesoros del patrimonio chino se perdieron o fueron vendidos con el transcurso de los años, pero ciertas estimaciones apuntan a decenas de miles de piezas.

Los restos del antiguo Palacio de Verano, entre ellos las doce cabezas de animales de bronce que otrora adornaban un gigantesco reloj hidráulico,tienen una gran carga emotiva para los chinos. Por ahora se ignora el paradero de cinco de esas cabezas, pero otras siete fueron encontradas por China.

Huang y el museo noruego se pusieron de acuerdo para que los bloques de mármol sean llevados a la Universidad de Pekín, donde él hizo sus estudios, en lugar del antiguo Palacio de Verano.

La cuestión se ha convertido casi en un problema de geopolítica para las autoridades chinas. «Recuperar esos vestigios debe ser obra del Estado, y hacerse en base a un principio de justicia, no pagando», subrayó Yao Le, de la Academia de Ciencias sociales de Jiangsu, en un artículo de opinión publicado recientemente.

Según él, mantener en ruinas el antiguo Palacio de Verano en lugar de restaurarlo permite «reavivar mejor los sentimientos de la humillación sufrida y el patriotismo».

Sin embargo, no hay que ocultar ciertos períodos de la historia, ya que el mismo régimen comunista contribuyó a derribar numerosos edificios antiguos y a destruir innumerables obras, sobre todo en la ola de violencia y de saqueos que tuvo lugar durante la Revolución Cultural (1966-1976).

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