Polémica por regreso de población a Nueva Orleans

Polémica por regreso de población a Nueva Orleans

NUEVA ORLEANS, EEUU (AFP).- A tres semanas del pasaje del huracán Katrina en Estados Unidos, la vuelta a partir del lunes de una primera oleada de habitantes a Nueva Orleans (Luisiana), suscita polémica entre el alcalde de la ciudad, promotor del regreso de los residentes, y el jefe de las operaciones de rescate, que pidió «enlentecerlo» porque el área aún no es segura.

   Un grupo de comerciantes volvió el domingo a Nueva Orleans apostando por el renacimiento de la desolada ciudad, pese a que Thad Allen, director de las operaciones federales de emergencia tras el huracán Katrina, llamó al alcalde a «enlentecer» el regreso de la población.

   El retorno debería ser «más lento y adoptar un ritmo moderado», dijo Allen a la cadena Fox.

   El domingo, los comerciantes evaluaban los daños y retiraban las tablas de contrachapado con que habían protegido las ventanas. En muchos casos el panorama es intimidante y el tamaño de la reconstrucción necesaria sorprende a muchos.

   El alcalde de Nueva Orleans Ray Nagin espera que en las próximas dos semanas vuelvan unas 180.000 personas, de los 485.000 residentes previos a la catástrofe.

   Pero la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) advirtió sobre los riesgos que involucra volver a una ciudad con áreas aún anegadas, donde se siguen encontrando cadáveres y los suministros de agua y energía son inestables.

   La cifra de muertos por Katrina alcanzó los 880, cuando se recuperaron 67 cuerpos en la región de Nueva Orleans. Se contabilizaron 646 víctimas en Nueva Orleans y alrededores, 218 en Mississippi, 14 en Florida y dos en Alabama, informaron fuentes oficiales.

   Según Allen, todos los expertos en salud e ingenieros habían dicho que los planes del alcalde Ray Nagin de permitir el regreso a los residentes en las próximas dos semanas eran muy precipitados debido a los riesgos que persisten después de la tormenta del 29 de agosto.

   «Existen preocupaciones de que el dañado sistema eléctrico, el agua potable, las aguas negras y la seguridad no estén restablecidos a un nivel que satisfaga las necesidades básicas de los comerciantes y residentes que regresen», declaró Allen el sábado.

   El proyecto de Nagin, hecho público el jueves, contempla el regreso por fases a las zonas menos golpeadas de Nueva Orleans.

   «No sé si alguien sabe cuán factible es» el regreso, declaró David Passy, portavoz de la FEMA. «La preocupación de parte de los expertos es que, si la gente vuelve muy rápidamente, los sistemas se sobrepasen y fallen», añadió.

   Sólo un pequeño número de personas se aventuraron a volver el sábado, cruzando las zonas acordonadas para evaluar sus comercios antes de que se les pidiera su salida a causa del toque de queda del atardecer.

   Muchas fachadas seguían entabladas, con graffitis como «Dispararemos inmediatamente contra saqueadores».

   Finis Shelnutt, que nunca abandonó la ciudad, aparejó una tabla con un mantel blanco en una acera del histórico barrio francés y cocinó una gran olla de arroz con frijoles rojos, un plato tradicional de la costa del Golfo de México.

   «Es para darle la bienvenida a todos mis amigos que vuelvan hoy al barrio (francés)», dijo.

   Kevin Molony, cuya companía, Royal Insider, organiza giras «tras bastidores» de Nueva Orleans, dijo que «es un pueblo fantasma. El turismo se acabó de golpe».

   Por su parte, el ex presidente Bill Clinton criticó en forma abierta al presidente estadounidense George W. Bush por la guerra en Irak, el manejo de la catástrofe del huracán Katrina y el enorme déficit presupuestario de Estados Unidos, y responsabilizó a las autoridades de haber fracasado en evacuar Nueva Orleans ante del golpe del huracán el 29 de agosto.

   «Si realmente lo queríamos haber hecho bien, deberíamos haber tenido un montón de buses formados para sacarlos de ahí», dijo Clinton, dijo Clinton en una entrevista con ABC «This Week».

   Katrina significó para Bush una de las peores crisis de su presidencia. La opinión pública lo culpa por su ineficiencia para ayudar a las decenas de miles de personas que quedaron atrapadas en Nueva Orleans cuando subieron las aguas, se terminaron los suministros de agua y comida y los saqueadores tomaron las calles.

   Hay cerca de un millón de desplazados a causa del desastre, mientras unas 100.000 personas aún viven en los refugios. Decenas de miles de habitantes están residiendo con familiares o en hogares temporales.

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