Polémicas y críticas en Italia por el discurso de Benedicto XVI

Polémicas y críticas en Italia por el discurso de Benedicto XVI

ROMA,  (AFP) – El discurso del domingo del papa Benedicto XVI durante su viaje a Polonia en el campo de exterminio de Auschwitz, en el que atribuye los crímenes del nazismo a «un grupo de criminales» que «abusaron» del pueblo alemán, suscitaron este lunes críticas de exponentes judíos y de editorialistas de Italia.

El presidente de la Unión de Comunidades Judías Italianas, Claudio Morpurgo, manifestó su «perplejidad» por las palabras del Papa –el primer pontífice alemán de la era moderna– las cuales terminan por «reducir» la gravedad del nazismo y el Holocausto.

El gran rabino de Roma, Riccardo di Segni, fue un poco más prudente el domingo y se limitó a calificar el discurso del Papa de «problemático».

Los representantes de la comunidad judía italiana reconocen que el Papa alemán cumplió «un gesto de gran valor simbólico» al visitar el campo de exterminio en un momento clave para la reconciliación.

Sin embargo, se sienten «muy decepcionados» por la manera como el pontífice abordó el delicado tema, «como si la eliminación masiva de judíos hubiera sido un episodio aislado y no el fruto de una operación cultural y política muy amplia y compleja.

No puede ser adjudicada sólo a Hitler y sus acólitos», declaró Morpurgo.

Para Segni, el discurso del Papa puede ser analizado desde el punto de vista teológico e histórico y el grito de dolor pronunciado por el pontífice ante las cámaras de gas donde fueron asesinados millones de judíos, «Dios, ¿por qué permitiste eso?», no cubre los llamados silencios de la Iglesia sobre ese período.

«Fue más una denuncia fuerte contra la ausencia de Dios que un pedido para que no se cubran los silencios y los hombres asuman sus responsabilidades», declaró Segni.

Para el rabino, la interpretación de Benedicto XVI sobre la responsabilidad del pueblo alemán en el Holocausto «no es convincente», ya que trata «al pueblo alemán como víctima y no como verdugo».

La prensa italiana fue muy severa con las palabras del Papa y estima que la reconciliación entre judíos y católicos tomará aun más tiempo.

«Las palabras del Papa abren muchos interrogantes», escribió el vaticanista de La Repubblica, Marco Politi, quien considera que la descripción que dio el jefe de la iglesia católica del pueblo alemán como «manipulado o engañado por una banda de criminales, termina, se quiera o no, por exculparlo».

 «Nadie atribuye culpas colectivas, pero la impresión es que la intervención en Auschwitz borra medio siglo de reflexiones autocríticas en Alemania y en la Iglesia sobre el papel y la responsabilidad que cada uno tuvo para que se abriera el camino al sistema que creó máquinas de muerte en los ‘lager'», señaló.

Para Politi, los llamados silencios del ex cardenal Joseph Ratzinger son sorprendentes sobre todo porque muchos conocen su firme posición contra el antisemitismo y sus lazos profundos con el judaísmo.

«El Papa no habló de antisemitismo, pese a ser un veneno que fluyó por siglos de historia (…) ¿Se puede olvidar? ¿Puede Ratzinger dejar entre paréntesis el antijudaísmo cristiano que nutrió el odio antijudío y generó la ‘solución final’?, se interroga el vaticanista.

Para el historiador alemán Daniel Jonah Goldhagen, entrevistado por el diario Il Corriere della Sera, «no es suficiente preguntarse por qué Dios no estaba en Auschwitz, hay que preguntarse dónde estaba Pío XII».

«Ha sido un paso hacia atrás con respecto al documento de 1998 del papa Juan Pablo II, ‘Una reflexión sobre la Shoah’, en el que pide perdón por el papel de la Iglesia y su rebaño en la persecución del pueblo judío», afirmó.

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