MONTEVIDEO. AFP. Miles de uruguayos participaron el domingo de una celebración presidida por el brasileño Edir Macedo, obispo evangélico de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) y que llegó a Montevideo para bendecir un gigantesco templo inaugurado la semana pasada.  

Un hombre de unos 40 años eleva los brazos al cielo mientras canta a viva voz, una anciana llora suavemente y una joven acaricia su vientre abultado mientras reza por lo bajo. Son solo algunas de las aproximadamente 3.000 personas que atiborraron el domingo la flamante sede de la Iglesia Universal «Pare de sufrir».  

En una ceremonia de una hora y media, Macedo, vestido con sencilla camisa blanca y corbata roja, llamó a los presentes a firmar un pacto con Dios para cambiar su vida y pidió a los presentes hacer una ofrenda como muestra de su compromiso.