Policía Ambiental: un proyecto gigante

Policía Ambiental: un proyecto gigante

POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
El proyecto más ambicioso que tiene la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales es la creación de la Policía Ambiental, con acción en todo el territorio nacional, principalmente en las áreas protegidas.

Creada con el nombre de «Servicio Nacional de Protección Ambiental» en noviembre del año 2000, según ordenó la ley 64-00, esta entidad es el brazo armado del esfuerzo estatal por garantizar la integridad de las áreas naturales protegidas y evitar el deterioro de las zonas naturales en general.

Pero además, la Policía Ambiental tiene el propósito de desarrollar programas de educación ambiental en sus filas y entre las comunidades con las que interactúa en las zonas protegidas del país.

Teniendo en cuenta las dimensiones del territorio declarado como protegido en la República Dominicana -un 20% del territorio nacional, aproximadamente- se puede comprender la amplitud del esfuerzo que debe desplegar la Policía Ambiental para realizar sus funciones. Como se puede comprender también -tomando en cuenta el número de miembros que ésta debe organizar- las necesidades logísticas que deben ser llenadas para cumplir cabalmente con sus objetivos de protección.

Algunas secciones de la Policía Ambiental deben cumplir también con el trabajo de investigación que supone persecución de acciones violatorias a la Ley 64-00, así como la prevención de los delitos ambientales.

Como parte de las labores que en el desarrollo de sus funciones habrá de enfrentar esta institución ambiental están las relacionadas con los delitos ambientales que ocurren en las ciudades, no solamente en las áreas protegidas del país. Pero la prevención y persecución del delito ambiental en las ciudades está imbuido de un espíritu muy técnico y negociador en el que la mayoría de las veces la acción punitiva queda más en manos de la Procuraduría Ambiental y la Subsecretaría de Gestión Ambiental.

Pero no es así en las zonas naturales. Los delitos ambientales en las zonas boscosas y selváticas, tales como la quema de bosques, el corte ilegal de árboles, la caza furtiva y otros delitos similares, demandan para la persecución y sometimiento a la justicia de los autores de esos delitos destrezas especializas muy relacionadas con las prácticas militares de campo, para lo que los miembros de la Policía Ambiental reciben también adiestramiento con un alto componente de respeto a los derechos humanos.

En cuanto a la educación que en materia de medio ambiente deben recibir los miembros de la Policía Ambiental, existe una estrecha colaboración entre ésta y el Departamento de Educación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente. La educación ambiental se desarrolla mediante programas como los dispuestos recientemente por el coronel Valerio García Reyes, actual Jefe de la Policía Ambiental.

CARACTERÍSTICAS DE UN JEFE MILITAR AMBIENTAL

La ostentación de una jefatura militar ambiental implica una amplia combinación de destrezas, aptitudes y conocimientos, a las que deben sumarse el dominio de la información ecológica y ambiental y el manejo de las difíciles relaciones humanas que se plantean en las zonas rurales.

Tomando en cuentas esas características llegó hasta la jefatura de la Policía Ambiental Valerio A. García Reyes, Teniente Coronel del Ejército Nacional, quien ingresó como alistado en el año de 1986.

La preparación académica de este oficial incluyó un curso de Capacitación para Oficiales de Infantería en Fort Bening, Georgia, USA en 1990; Curso de Adiestramiento para Instructores también en Fort Bening en 1990; y un Curso de Experticio en Operaciones de Montaña en R.D.

Graduado de Oficial de Infantería de la Academia Batalla de las Carreras (XXIX Promoción, 1990, graduado de Honor), recibió luego en 1991 el grado del Curso Básico Integral de Artillería y Blindados en la Escuela de la Brigada de Apoyo de Combate. Cuatro años más tarde se licenció en Contabilidad en la Universidad Tecnológica de Santo Domingo (Cum Laude).

En 1995 realizó el Curso Medio de Artillería de Campaña en la escuela Diego Jalón en Fuerte Tiuma, Venezuela. Se graduó en Inteligencia y Análisis de Inteligencia en la Escuela del DNI en 1996. En 1997 completó el «Protective Operations Course» impartido por el «Counterterrorism Training Group» de los Estados Unidos.

Se diplomó en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en el Instituto de Derechos Humanos de las FF.AA. en el año 2003. En ese mismo año completó el Diplomado de Medio Ambiente y Sustentabilidad impartido por la Dirección de Educación Ambiental, obteniendo también el Diplomado en Comunicación de la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (2003).

En el 2003 también, obtuvo el Diplomado de Desarrollo de Capacidades Gerenciales, impartido por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, y más tarde se graduó en el Curso de Comando y Estado Mayor en el Instituto Militar de Educación Superior de las FF.AA.

UN MEDIO AMBIENTE EN CRISIS

La Policía Ambiental nace en medio de un ambiente social en crisis, crece en un ambiente económico crítico, y enfoca su desarrollo hacia un medio ambiente hostilizado por una sociedad que, en medio de su crisis, contagia las zonas naturales haciéndolas entrar también en crisis ambiental y económica.

Producto de las presiones económicas que sufren los sectores socialmente más empobrecidos de la sociedad dominicana, las áreas naturales protegidas se ven sometidas también a presiones que se manifiestan en la pérdida de grandes extensiones de bosque virgen para ser dedicado su suelo a la cobertura de especies domesticadas que no reproducen ese suelo, ocurriendo en peores casos la pérdida completa del suelo como resultado de la erosión.

Esa pérdida de bosques y suelo contribuye grandemente a la pérdida de biodiversidad, lo que se traduce en presión sobre especies que dependen de determinados tipos de bosques para sobrevivir, entrando entonces algunas zonas del país en crisis ecológica y ambiental.

Las crisis ecológicas y ambientales propician la caída de sistemas naturales frágiles, y éstas, a su vez, propician más depresión en las comunidades humanas que, naturalmente, han crecido en número, pero disminuido sus recursos.

El crecimiento numérico de las comunidades y la disminución de los recursos desata más presión y más crisis sobre el ambiente, pero además, alimenta la presión social entre sectores, los que no atinan a encontrar soluciones fuera de la utilización misma y directa de los recursos naturales.

En esta realidad, y como alternativa para detener la ofensiva humana sobre los ecosistemas en crisis o por entrar, se crea la Policía Ambiental, suma de un personal cuyos componentes son también producto de una sociedad en crisis y donde cada uno de ellos se plantea a sí mismo la disyuntiva del tipo de uso de que debe darse a los recursos naturales.

Y en medio de las diferentes crisis, y en medio de los diferentes ambientes, y en medio incluso de los disímiles medios, trata de abrirse paso la Etica, en un país el brillo por su ausencia alentó a las mayores violaciones, tanto en lo social como en lo ambiental, principalmente en éste último y en las zonas naturales que lo alimentan.

La ética debe ser parte vital de la Policía Ambiental o no habrá valido la pena tanto efuerzo.

UN CURSO SOBRE OBSERVACIÓN DE AVES

El Grupo Tinglar, la Dirección de Gestión Ambiental del Ayuntamiento del Distrito Nacional, y el Club de Observadores de Aves «Annabelle Dod», invitan a participar en el curso «Areas Verdes de Santo Domingo Metropolitano», un curso introductorio de observación de aves donde se obtendrá el adiestramiento imprescindible para el disfrute de la observacin de aves como un hobby ecológico.

Los propósitos del curso son:

*Adquirir conocimientos básicos sobre los aspectos generales de las aves.

*Practicar el uso de instrumentos para observar e identificar aves en el campo (binoculares, telescopios, guías de campo y cuaderno de notas, entre otros) como pasatiempo.

*Conocer los aspectos y técnicas básicas para identificar las aves en el campo.

*Aumentar el conocimiento respecto a la situación de las aves en la Republica Dominicana.

*Apoyar los esfuerzos de nuestras instituciones para proteger las áreas verdes y la biodiversidad.

El curso tendrá una duración de 9 horas, distribuidas en el fin de semana del 20 y 21 de noviembre, 2004, y las exposiciones teóricas se impartirán en el segundo piso del Palacio Municipal, Centro de los Héroes, mientras que las prácticas de observación se realizarán en el Jardín Botánico Nacional.

EL HORARIO DEL CURSO SERÁ:

sábado 20, de 3:00 p.m. a 7:00 p.m.

domingo 21, de 6:30 a.m. a 11:00 .m.

El costo del curso será de RD$600.00 por persona. Los miembros del Grupo Tinglar y del Club de Observadores de Aves tendrán un 50% de descuento.

Cualquier información adicional puede ser obtenida en los teléfonos 508-1141 (José Núñez, Grupo Tinglar), o 535-1181, extensión 2026 y 2054, (Teodoro Lara, Ayuntamiento del Distrito Nacional).

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