Tráfico de drogas, robo y agresión, figuran entre los principales delitos que cometen los niños y adolescentes, según estadísticas de la Dirección Central de la Policía Judicial Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes, que   el año pasado    apresó a 867 menores en conflicto con la ley.

De este total, 338 casos fueron por robo, 250 por asuntos de drogas, 159 por agresión, 69 por homicidios y 51 casos de violaciones sexuales.

Con relación al rango de edad de los menores, ha habido casos en que los imputados son niños hasta con 10 años de edad, aunque estos no son procesados judicialmente porque el Código del Menor no estipula enviar a los tribunales a acusados  de delinquir que tengan  menos de 13 años, sino a terapia psicológica que incluye a la familia.

Al comentar la situación de los menores que infligen la ley, el director de la Policía Judicial Especializada, general  Boris Goico Campagna, destacó que en los últimos años ha ido en incremento la participación de menores en diversos delitos, llegando incluso hasta reportar 10 casos por día.

La mayoría de los delitos son cometidos por varones. De los 867 casos reportados en el año 2012, 764 corresponde a ese género, para un 88%; mientras los restantes 103 fueron perpetrados por niñas, para un 12%.

Según explicó Goico, hay nueve centros de atención integral, pero las niñas son llevadas al Instituto Preparatorio de Señoritas, en Villa Consuelo.

En tanto, que los varones son distribuidos a los centros de Evaluación y Referimiento del Menor (Cermenor), de Cristo Rey; Atención Integral para Adolescentes en Conflicto con la Ley Najayo Menores, de San Cristóbal, y al Instituto Preparatorio de Menores (Refort). También al Instituto Preparatorio de Menores Máximo Gómez, en La Vega; otros centros similares están en San Francisco de Macorís, Santiago, Manoguayabo e Higüey.

Misión  Policía Especializada.  Goico  señaló que la misión de esa dependencia de la Policía, que trabaja de la mano con la Procuraduría General de la República, es darle custodia a los menores, y posteriormente enviarlos a la Fiscalía  de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Nacional, donde  determinan a cuál de los nueve centros de atención integral los enviará.

Aseguró que la custodia que les ofrece a los menores es de 12 horas, ya que la Fiscalía está al lado de la Dirección y de inmediato los procesa. Sin embargo,  aclaró que los que llegan después de las 5:00 de la tarde amanecen detenidos o si la fiscalía no completó algún papeleo de rigor lo reenvía hasta completar el expediente.

Destacó que “constantemente” muchos de los menores que han custodiado y han cumplido condena en los Centros de Atención Integral son reincidentes, en especial por tráfico de droga. 

Departamento  odontología. En el Departamento de  Odontología les chequean los molares a todos los menores para determinar su edad promedio.

“Para nadie es un secreto que muchos llegan aquí diciendo que son menores, corriéndoles al Código de adulto y  aunque presenten su acta de nacimiento o cédula de menor los chequeamos”, puntualizó Goico.

También se les hace el examen óseo, que es más preciso, y consiste en una radiografía en las manos, dijo Goico.

Psicología. El general Goico explicó que la Policía Judicial Especializada tiene un Departamento de Psicología, donde desarrollan programas de orientación con la intención de reducir a su mínima expresión la delincuencia juvenil.

Dijo que cuenta con tres psicólogos, quienes les imparten charlas y talleres a los menores que han cometido delitos simples. También les dan asistencia a padres con hijos rebeldes.

Sostuvo que el departamento le da seguimiento a ciertos casos de menores que han sido enviados a los distintos Centros de Atención Integral.

En las charlas tratan temas sobre el embarazo en la adolescencia, pandillas, efectos de las drogas, entre otros, manifestó Goico.

“La labor de la Policía especializada no es solamente custodiar a los menores que llegan aquí, sino también que ponemos nuestro granito de arena  a través de las charlas y los talleres que impartimos, para que el sistema cambie y así los jóvenes mejoren y no vuelvan a caer en los mismos delitos”, expresó.

Explicó que las causas principales que originan que los menores cometan delitos son la desintegración familiar, la pobreza extrema y la falta de programas adecuados para manejar el mal, entre otros.

Aseguró que en algunos casos los menores provienen de padres delincuentes, “lo que ven es esa conducta y la asumen, ellos están influenciados por su propia familia”, afirmó. Según el general, los policías de los centros de menores son “de vocación”, porque tiene que aguantar de todo, ya que esos menores son bastante rebeldes, y entre ellos mismos viven peleando.