MIAMI, EEUU (AFP).- La Policía del condado de Miami-Dade (Florida, sureste) desató una polémica tras admitir que utilizó una pistola de descarga eléctrica en una escuela contra un niño de seis años de edad para evitar que se hiciera daño con un pedazo de vidrio, según las autoridades.

   «Sabemos que el niño no fue herido», dijo el director de la Policía, Bobby Parker, al diario The Miami Herald, confirmando que el pequeño recibió una descarga de 50.000 voltios que lo paralizó cuando sostenía un pedazo de vidrio en su mano y amenazaba con hacerse una cortadura seria.

   «Lo que no sabemos es si el niño se hubiese cortado o no su vena. Si el niño se hubiese cortado su vena (…) entonces alguien hubiese dicho »bueno, tenían la Taser (la pistola de descarga eléctrica). ¿Por qué no usaron la Taser con el niño?»», agregó Parker, citado por el diario.

   El incidente ocurrió el pasado 20 de octubre cuando el niño, que no fue identificado, rompió un marco de fotos en la oficina de la directora de la escuela y mantuvo a raya a un guardia escolar con un pedazo de vidrio en su mano, con el que se cortó bajo un ojo y en su mano izquierda.

   Según los informes, dos mujeres policías llegaron a la escuela, y una de ellas, tras asegurarse de que nada prohibía el uso de la pistola de descarga eléctrica contra un menor, hizo el disparo.

   El niño fue tratado en el lugar por las cortaduras y enviado a un hospital para una evaluación siquiátrica.

   «No puedo creer que hicieron eso», dijo el comisionado del condado, Joe Martínez, al diario. «Esto puede ser una buena oportunidad para revisar nuestra política», agregó.

   La mayor preocupación de los críticos de la Policía radica en que según ellos no se han estudiado los efectos de ese tipo de pistola en niños.

   Sin embargo, el fabricante de la pistola, Taser, indica en su página de Internet que la descarga eléctrica de la pistola es tan corta y controlada que ni altera el funcionamiento de marcapasos ni puede electrocutar a alguien, aún estando en el agua.