Berlín. La investigación en torno a las circunstancias de la tragedia aérea en los Alpes franceses ha llevado a la policía de la ciudad alemana de Düsseldorf (oeste del país) a poner en marcha uno de sus operativos más grandes de las últimas décadas.
Según informa hoy el diario “Rheinische Post”, la comisión especial creada bajo el nombre de “Alpes” está formada por más de cien agentes encargados de recabar datos sobre el copiloto que presuntamente estrelló de forma deliberada el avión con 150 personas a bordo, así como recoger muestras que permitan identificar a las más de 70 víctimas alemanas de la catástrofe. “La presión sobre los colegas es extrema”, afirmó Andreas Czogalla, portavoz de la policía.
Los agentes visitan, generalmente acompañados de psicólogos, a los familiares de las víctimas y las viviendas de éstas para recoger información sobre posibles características personales, como tatuajes o prótesis dentales que faciliten la identificación de los restos mortales, y huellas genéticas, por ejemplo en cepillos.
“Buscamos partículas de piel y cabello a partir de las cuales la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) determina un código genético y transmite estos datos a sus colegas franceses”, precisa.
Los agentes trabajan a las órdenes de la Fiscalía de Düsseldorf, que previsiblemente emitirá hoy un nuevo comunicado sobre el estado de las investigaciones. Seis días después de la catástrofe aérea, la policía, que no halló entre los documentos confiscados en las viviendas del copiloto ni una carta de despedida ni ningún mensaje reivindicativo, continúa buscando indicios sobre un posible trastorno psíquico del presunto culpable de la catástrofe.
La Fiscalía informó el viernes del hallazgo durante el registro de sus viviendas de “bajas médicas, actuales e incluso vigente para el día de los hechos, hechas pedazos”, lo cual permite concluir que el copiloto ocultó la enfermedad a Germanwings, su empleador.
Por el momento las autoridades alemanas no han querido comentar las diversas informaciones difundidas por la prensa, según las cuales el copiloto padecía trastornos psíquicos y problemas de vista.