La Policía ha interrogado a más de diez personas en relación con la muerte del ingeniero civil Wilson Alejandro Amparo Luna, de 29 años, acribillado a balazos en su camioneta por tres hombres que viajaban en una motocicleta en el sector Los Cacicazgos, del Distrito Nacional.
El vocero de la entidad, general Nelson Rosario, dijo que el jueves interrogaron a seis personas y que otras fueron interpeladas ayer.
Explicó que se recolectaron evidencias en la escena del crimen y la Policía Científica las está analizando para identificar a los autores del homicidio.
Indicó que la Policía todavía desconoce los motivos que tuvieron los delincuentes para matar a Amparo luna.
Según los informes, el hombre, que residía en la avenida Enriquillo 66, de Los Cacicazgos, en la capital fue muerto de impactos de bala ocasionados por tres hombres a bordo de una motocicleta, uno con un chaleco mamey de los usados por motoconchos.
La esposa de la víctima, Karla Gianirda Jovine Reyes, narró a la Policía que el hecho ocurrió a las 5:52 de la tarde cuando se desmontó del vehículo para dejar una tarjeta de invitación del cumpleaños de su hija Mía Amparo, de un año, en la residencia de su amiga Karoline Soraya Checo Aquino, ubicada en la calle Hatuey 213, del sector.
Las versiones. Jovine Reyes dijo que escuchó disparos cuando estaba en el interior de la residencia. Y cuando salí a averiguar lo ocurrido hallé a mi esposo con impactos de bala. La camioneta es una Toyota Hailux, blanca, placa L24d1403.
Un testigo que estaba en su residencia declaró a los investigadores que observó cuando tres desconocidos a bordo de una motocicleta en movimiento la emprendieron a tiros contra el vehículo.
Amparo Luna era velado anoche en la funeraria Blandino, en la capital, será enterrado hoy a las 10:00 de la mañana en el cementerio Cristo Redentor.
Familiares no hablan a medios
Anoche decenas de amigos y familiares del ingeniero Amparo Luna le daban el último adiós.
Los familiares no quisieron hablar con la prensa ni permitieron que se tomaran fotografías.
Entiéndanos, nosotros no queremos que los medios estén aquí, esto es algo familiar y privado y queremos que siga así, dijo una familiar, mientras impedía que el fotógrafo de HOY hiciera algunas fotos del cuerpo dentro del ataúd. Ese familiar que pidió no ser identificado dijo que solo sabían la versión policial sobre el caso.