Policía evita se apoderen cadáver primo de Vla

Policía evita se apoderen cadáver primo de Vla

POR FRANKLIN GUERRERO Y ELIAS  RUIZ MATUK
Familiares, amigos y relacionados de un primo del prófugo de Azua, Vladimir Pujols (Vla), asesinado por desconocidos el pasado sábado,  intentaron «secuestrar» el cadáver en el hospital Darío Contreras en Santo Domingo,  lo que fue impedido por un contingente policial encabezado por el general Simón Díaz.

El incidente ocurrió la noche del sábado, luego que David Morfa Pujols falleciera en el centro de salud, tras los médicos tratar de salvarle la vida en el hospital.

El cadáver era trasladado al Instituto Nacional de Patología Forense, en una ambulancia escoltada por dos patrullas a las que «los tígueres» amenazaban con arrebatárselo, pero gracias al esfuerzo del general Díaz y su equipo, no les fue posible.

Momentos antes, mientras el cadáver de Morfa Pujols se hallaba en la morgue del hospital, los parientes sostuvieron peleas en ese lugar con el personal de custodia y los policías, al extremo que fue necesario pedir refuerzos.

Asimismo, para la Policía mantener el orden en el lugar, también fue necesario el arresto de decena de jóvenes, quienes fueron trasladados a la sede de la institución para ser investigados.

También fue necesario que la Policía dispusiera de un servicio reforzado especial en todo el perímetro de las avenidas Las Américas, Sabana Larga y otras calles colindantes al hospital, por las amenazas de los jóvenes que huyeron para no ser detenidos, de arrebatar el cadáver de Morfa Pujols.

La víctima, según datos no oficiales, habría obtenido su libertad en noviembre pasado, luego de cumplir una condena por atraco a mano armada.

 Extraoficialmente se explicó, además, que recientemente había participado en un enfrentamiento con miembros de una banda contraria a la suya, en el sector de San Carlos.

Tras sufrir un  «shock hipobolémico» a causa de las heridas de bala, Morfa Pujols murió alrededor de las 11:00, luego de ser atacado a tiros.

Vestía un pantalón jeans  y su cuerpo presentaba tatuajes en forma de panteras, una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, en el vientre y otro con el rostro de un  «Satanás» sonriente, en la cara anterior del muslo derecho.

Otros tatuajes, algunos de los cuales no eran descifrables por la sangre que los cubría, también mostraba figuras de felinos con rostro humano y con caras del Diablo.

Al lugar acudió el padre del joven Angel Morfa, quien inconsolablemente abrazaba el cuerpo sin vida de su hijo.

Los parientes y amigos hacían gestiones ayer en el Instituto de Patología, para que les entregaran el cadáver, a fin de darle cristiana sepultura.

El jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, había solicitado recientemente al procurador general de la República, doctor Francisco Domínguez Brito, que sean las autoridades quienes  sepulten a los jóvenes pandilleros muertos en enfrentamiento entre bandas o con agentes.

La petición se hizo luego de que el ataúd del delincuente Ubaldo Mota Rivera (Nino Cuboy)  fue envuelto en la Bandera Nacional, durante un cortejo fúnebre en el que se tocó música, se consumió ron y cervezas y se exhibieron armas de fuego, ante la vista de agentes de la Policía.

Asimismo, el cadáver de Sandro Arias Féliz, también fue sepultado en el cementerio de Cristo Rey, con las mismas características y hasta con disparos al aire.

Publicaciones Relacionadas