Un teniente de la Policía Nacional, adscrito al programa Barrio Seguro, acudió a una audiencia en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva para apoyar al compañero acusado de matar un joven en el sector Los Guandules. Irónicamente, era el culpable del crimen.

El segundo teniente Sergio Osiris Báez Sánchez  fue desenmascarado en medio de la vista por uno de los testigos, que lo identificó como agente que ejecutó a Juan Carlos Evangelista Mancebo  con un disparo en la cabeza y uno por la espalda. La persona que lo identificó y que estuvo en la escena del crimen, contó que fue el sargento quien levantó a Juan del pavimento, sosteniéndolo por la camiseta, y sin pensarlo dos veces, le disparó por la cabeza.

Al inicio, la  Policía Nacional envió para que respondiera por el crimen al agente Eduardo Saldaña Veras, quien pertenecía a la patrulla. La institución estaba confiada en que éste no había matado al joven, pero no previó que en la audiencia preliminar estaban los testigos del hecho, quienes se encargaron de decirle al juez del Cuarto Juzgado de la Instrucción que el homicida no era éste, sino el teniente. Entonces, el Ministerio Público procedió a realizarle pruebas de balística a Báez Sánchez, quien dio positivo. Así, se procedió a dejar libre a Saldaña Veras y a enviar al teniente  a juicio de fondo.

El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó al teniente Báez Sánchez a  20 años de prisión.

La versión de los agentes de la patrulla, que también integraba el sargento mayor Gregorio de los Santos, era de que llegaron al sector avisados de que habían atracadores. Empero, y testigos en el juicio, indicaron que los agentes intentaron apresar a tres jóvenes y dos  muchachas que salieron del villar en la calle San Luis respaldo 17, de Los Guandules

 Un grupo  impidió los arrestos, mediante el uso de piedras y botellas. La víctima corrió del sitio, pero el policía que lo persiguió, lo  mató.