Policía francesa en alerta; prohíben reuniones en París

Policía francesa en alerta; prohíben reuniones en París

PARIS (AFP) – La policía francesa se encontraba el viernes en estado de «alerta roja» y prohibió reuniones públicas entre el sábado y el domingo en París para evitar que la ola de violencia se traslade al corazón de la capital francesa. Después de dos semanas de disturbios en los suburbios parisinos y varias importantes ciudades del interior del país, la policía detectó en las últimas 48 horas un intenso tráfico de mensajes telefónicos y a través de internet incitando a organizar acciones violentas en la capital, que hasta ahora había permanecido al margen de las protestas.

   «Mensajes difundidos desde hace días por internet y SMS (teléfono móvil) convocaron el 12 de noviembre a reuniones en París y a acciones violentas según los términos de sus autores», dijo la prefectura de policía en un comunicado.

   La prohibición regirá desde las 10H00 (09H00 GMT) de la mañana del sábado a las 08H00 (07H00 GMT) de la mañana del domingo.

   Las autoridades prohibieron también la venta de combustible en pequeñas cantidades o en bidones para impedir la fabricación de cócteles Molotov, utilizados por los protagonistas de los disturbios para incendiar vehículos.

   Si bien el jueves se registró una sensible disminución de la violencia por tercera noche consecutiva, las autoridades desplegaron un imponente dispositivo de seguridad alrededor del Arco de Triunfo, donde se celebraron este viernes las ceremonias conmemorativas del armisticio del 11 de noviembre de 1918, que puso término a la Primera Guerra Mundial.

   Durante los actos, en presencia del presidente francés Jacques Chirac y del primer ministro Dominique de Villepin, no se registró ningún incidente.

   Por otra parte, la asociación Respeto a los Suburbios, que reúne a unas 155 agrupaciones, organizó una reunión en el Muro de la Paz del Campo de Marte -a los pies de la Torre Eiffel- que contó con la presencia de 300 personas.

   Estas pidieron «el cese de la violencia inmediatamente» y que las autoridades «escuchen» a los habitantes de los barrios populares, en particular a los jóvenes.

   Desde temprano, 3.000 policías y fuerzas antidisturbios comenzaron a patrullar en las inmediaciones del Arco de Triunfo y de los Campos Elíseos, la gran avenida comercial frecuentada por turistas.

   Toda esa zona se encuentra a escasa distancia de los suburbios donde el 27 de octubre comenzó la ola de violencia, que sólo en la región de París dejó un saldo de 4.600 vehículos incendiados, 1.250 detenciones, un centenar de condenas y unos 240 millones de dólares en daños materiales.

   En total, el despliegue de seguridad movilizó 12.000 efectivos de las diferentes fuerzas en todo el país, según un responsable policial.

   Esa serie de medidas muestra que las autoridades no confían en el descenso de los niveles de violencia registrados en los tres últimos días como consecuencia -aparente- del estado de emergencia adoptado el miércoles y la instauración del toque de queda para menores de 16 años en algunos municipios.

   Pese a todo, en la noche del jueves hubo 463 vehículos calcinados en todo el país, cifra relativamente moderada comparado con los 1.400 incendios registrados en la noche del domingo pasado, que marcó el punto culminante de la ola de violencia iniciada hace dos semanas.

   Esa calma relativa puede deberse en parte al impacto que tuvo la decisión del ministerio del Interior de suspender a ocho policías por su responsabilidad en la agresión a un joven de 19 años.

   La cadena de televisión France 2 difundió el jueves por la noche un documento que muestra a dos policías golpeando al joven caído, mientras otros seis contemplan la escena sin intervenir.

   «No aceptaré ningún desborde de las fuerzas del orden», aseguró el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.

   El ministro, acusado de haber atizado la crisis por calificar de «chusma» a los jóvenes, volvió a emplear ese término el jueves en un debate televisado, pero aclarando esta vez que lo aplicaba únicamente a quienes protagonizan disturbios e incendios.

   «Son delincuentes y chusma. Lo reafirmo y firmo lo que digo», insistió.

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