El jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, declaró ayer que el sometimiento a la justicia de los agentes implicados en una operación de narcotráfico en Azua, es una muestra de la voluntad de separar de la institución los miembros que cometan actos delictivos.

Dijo que cada vez son menos los policías que se involucran en  actividades delictivas, al tiempo que reiteró que en los últimos dos años han sido sacado de la institución cerca de 3,000 agentes y oficiales como parte de la profilaxis que se lleva a cabo en la Policía.

“Se trata de un proceso de transformación en que estamos inmersos y por lo tanto la institución no descansa en aquellos puntos de afección que tiene la policía para ir superando estos problemas”, expresó.

 Guzmán Fermín participó en un encuentro con los miembros del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y del Consejo  Empresarial para Prevención del Crimen,  donde se trató el tema de la seguridad ciudadana y los avances para enfrentar los delitos.

Dijo que hace dos años patrullaban 2,800 hombre y ahora hay 4,700.