Policía mató electricista de La Caleta al abrir puerta de  casa

Policía mató electricista de La Caleta al abrir puerta de  casa

LLENNIS JIMÉNEZ
LA CALETA,   Boca Chica.
La familia de Inocencio (El Cojo) Eusebio Reyes, asesinado por la espalda a quemarropa, tiene la  certeza de que fue ultimado por el mismo agente de la Policía Nacional que le habría quitado la vida al teniente coronel Gary Manuel Cordero Rodríguez, durante  la balacera que obligó a casi todos los residentes del sector  a ocultarse tras columnas  y debajo de las camas.

Un marchito ramo de  margaritas blancas y amarillas, dentro de una vieja botella de amoníaco, un velón gastado y una cruz incrustada a la pared junto al orificio de la bala que pasó por su cráneo,  son las únicas huellas de la brutal muerte que tuvo el hombre que el barrio aprendió a querer como con el apodo de El Cojo, por la lesión que le provocó la  poliomielitis en la pierna derecha cuando tenía once años.

Es ahora cuando su madre, Juana Emilia Reyes, de 75 años edad, empieza a llorar a su hijo de 46 años, y por el que tuvo que luchar para curarlo de la parálisis que lo afectó desde su primer año de vida.

La vida no pudo ser más ingrata con Eusebio Reyes, huérfano de padre a muy temprana edad. Su padre, un cabo de la Fuerza Aérea, falleció a los 38 años  y su madre dice que apenas recibió la pensión durante un año. Debió criar a  cuatro de sus seis hijos amasando harina. Dos de ellos murieron pequeños.

Entre sollozos y el malestar propio de su edad, Juana Emilia narró que culpa de la muerte de su hijo al primer teniente Narciso Lugo Ramírez y al capitán Valentín Encarnación Ramírez, a quienes identifican como los responsables de la balacera ocurrida hace una semana entre las calles Demetrio Mosquea y Salomé Ureña.  Inocencio  Eusebio fue ultimado cuando trataba de abrir la puerta trasera de la casa de su madre, para subir a su habitación del segundo nivel.

Causa de la balacera.  A partir de las  7:30 de la noche en la barriada de Monte Adentro se acabó la tranquilidad. De la casa de la vecina Bárbara Hernández de Mercedes (Daisy), próximo a donde vivía Inocencio Eusebio Reyes, se escucharon varios disparos. 

Una voz de mujer gritó que se trataba de un atraco. Pero era la Policía que trataba de recuperar un dinero que atribuyen al  sobrino de Daisy haberlo robado.

Una versión de residentes indica que al  ver que los policías disparaban a la cerradura de la puerta de la casa de Daisy, una prestamista, una  multitud que estaba en el play  corrió hacia el lugar, lanzando piedras al vehículo que conducía el teniente coronel Cordero Rodríguez. La  versión la ofrecen los hermanos de Inocencio Eusebio Reyes, Cristóbal y Carlos.

No saben de dónde salió la bala que mató al oficial, pero afirman que un  policía comenzó a disparar, mientras repetía que el coronel no se iría sólo y solicitaba ayuda por la radio.

Bárbara y los hermanos de la víctima  no quieren que el caso quede impune. Están a la espera de que los policías responsables de su muerte sean castigados.

Antecedentes

Otros muertos en el hecho

Junto a Eusebio Reyes fueron muertos por la Policía en La Caleta  Manuel Jiménez, Eddy Antonio García Ramírez y Pascual Reyes Adames. Los culpables de estos crímenes están separados de la institución del orden y fueron enviados a los tribunales. En este confuso incidente, por la búsqueda y recuperación de US$400,000 robados a la empresa PUS en el aeropuerto, murió el teniente coronel PN Cordero Rodríguez. La Policía no ha dado todos los detalles del caso.

Zoom

Valoración de los vecinos

Juan Domínguez (El Gallo) ofrece la versión de la vida social que hacía su amigo, cliente y vecinote El Cojo, asiduo visitante al colmado que lleva su apodo. Dijo desconocer lo que aconteció durante la balacera, porque en cuanto escuchó los disparos, bajó la puerta y se encerró por más de una hora con los clientes que se encontraban al otro lado del mostrador y que de inmediato volaron el refrigerador. Con escasas palabras, Domínguez afirma que Eusebio Reyes era un hombre serio, del que nada se puede inventar.

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