Policías escolares son entes más violentos del entorno educativo

Policías escolares son entes más violentos del entorno educativo

La figura del policía escolar,  encargado de garantizar la seguridad de los miembros de la comunidad educativa y de sus bienes  fue identificada además como la más violenta del entorno de los centros por el estudio “Violencia en la escuela”,  elaborado por la antropóloga Tahira Vargas para la institución Plan Internacional.

Los policías escolares, armados de varas y piedras, golpean y  humillan. Incluso fueron    vinculados  a casos de acoso sexual por los estudiantes que participaron de la investigación que se realizó en seis escuelas de Azua, San Juan de la Maguana y Barahona.

“En los centros donde encontramos policía escolar notamos que este sujeto ejerce continuamente violencia hacia niños y niñas en distintos momentos del ambiente escolar, sobre todo en la entrada y el recreo”, revelan los hallazgos.

De esta manera, los agentes se convierten en entes multiplicadores del ciclo de violencia que arropa además a los padres y tutores, a profesores y a directivos.

La situación es tal que los estudiantes relacionan a los policías escolares con los miembros de la Policía Nacional, que son reconocidos como personajes represivos en las comunidades.

“La figura del policía escolar no es una que genera seguridad en los niños ni que crea un ambiente de resolución de conflictos, sino todo lo contrario”, concluye la investigación.

Agrega que se trata de un elemento que acentúa el círculo de violencia y miedo que viven los niños en los centros educativos y que inhibe muchas veces el rol del orientador y director en la resolución de conflictos.

Son necesarios.  En la opinión de los niños, los policías escolares son necesarios para mantener el orden en la entrada, el recreo y la salida. Sin embargo, consideran que no deben recurrir a los golpes.

Los padres también favorecen la presencia de esos agentes que, dicen, sirven “para disciplinar  los niños”.

El cuerpo de Policía Escolar fue creado en 1999 y tiene  1500 agentes en decenas de centros.

Distintas funciones.  Las estrategias de miedo para lograr disciplina con apoyo de los policías escolares se utilizan desde primer y segundo curso de básica con frases como: “les voy a buscar el policía escolar a ustedes para que los tranquilice”.

La sencilla amenaza del profesor atemoriza a los niños porque saben que el agente les propina golpes y les expone al sol por muchos minutos, como  castigo y técnica disciplinaria.

Pero,  asímismo, los directores de centros utilizan a esos policías para resolver asuntos de disciplina como peleas, entrada a las aulas tras el recreo y salida organizada. También el policía verifica a los alumnos a su llegada, cerciorándose de que sea temprano y que el uniforme que vistan esté en buen estado. En caso contrario, son devueltos  a sus hogares (a pesar de recorrer largas distancias y de no estar bien alimentados). 

Al ser consultados, ninguno de los agentes reconoce que ejerce tipos de violencia sobre los niños y dicen que están “para ayudar a la disciplina y el orden”.

Zoom

Muy grave

“Yo jayé al policía con una alumna en ese curso”, con la frase, uno de los niños que participó en los grupos focales que se instalaron para el estudio desata el entramado de abuso sexual a que además se vincula a los policías escolares. Los niños confesaron que  los agentes han sostenido relaciones sexuales con las estudiantes adolescentes que asisten al centro de servicio, pero nadie confirma el asunto a nivel de las escuelas.

Elaboran guía para maestros

Como una manera de responder a la problemática de violencia que reveló el estudio “Violencia en la escuela”, Plan Internacional lanzó además las guías para maestros “Disciplina positiva en el aula”, de la autoría de las especialistas Dulce Pascual y Ana Ingrid Díaz.

 La guía, que será asumida por las autoridades de Educación, tiene como objetivo principal que los profesores revisen sus actitudes hacia el uso de la violencia en todas sus manifestaciones, fortalezcan su autoestima y apliquen las herramientas  disponibles para el uso de la disciplina positiva.

Los folletos de trabajo pretenden que los docentes puedan identificar los puntos débiles y fuertes de su propia personalidad asociados con el autoestima y promover el conocimiento de los efectos que tiene la violencia en el desarrollo integral de los niños.

Además, fomentar en los maestros el uso de estrategias que promuevan relaciones interpersonales positivas, una comunicación adecuada con sus alumnos y el empleo  de técnicas disciplinarias asertivas y positivas.

La idea es que comprendan  que los alumnos esperan que ellos  les enseñen, modele y protejan, de manera que el maltrato no está dentro de sus agendas.

  Los contenidos serán primero impartidos por facilitadores del ministerio de Educación a los profesores, que a su vez pondrán sus aprendizajes en práctica dentro de las  aulas.

Plan Internacional inició hace un año la campaña global “Aprender sin miedo”, para erradicar la violencia de las escuelas, que se desarrolla en los 47 países en que funciona. La iniciativa es apoyada por distintas entidades  públicas y privadas.

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