FALFURRIAS, EEUU.  AFP.  Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que vigilan la extensa frontera con México, y que cada día detienen a cientos de indocumentados, quedan impactados por los riesgos que afrontan los migrantes clandestinos para cumplir su «sueño americano».

 Pertenecientes a diferentes unidades, los agentes -que hablan español- relatan conmovedoras historias de migrantes que en su afán de adentrarse en territorio estadounidense sortean peligros en montañas, desiertos y ríos.  Un migrante muere cada día en la zona fronteriza, en promedio, en su intento por conseguir mejores condiciones de vida en EU.  «Este año hubo un caso en el desierto de Arizona que me conmovió bastante. Era el caso de un contrabandista (guía de inmigrantes ilegales) que trasladaba a un grupo de personas en el que venía una madre con su hijo de ocho años», relató el oficial Ramón Rivera de la Patrulla Fronteriza.  «Lo que pasó en el desierto, es que la mamá de este niño se enfermó y se comenzó a quedar atrás. Al ‘coyote’ (guía) lo que le importa es el dinero (y) él siguió con el grupo y dejaron a la madre con su hijo» abandonados, relató Rivera.  Al anochecer y en pleno desierto, la madre falleció y el niño se quedó con ella toda la noche hasta que al día siguiente fue avistado por miembros de una brigada de rescate.