Policías golpean a sacerdotes en Santiago 

Policías golpean a sacerdotes en Santiago 

POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.-
Dos sacerdotes fueron ultrajados, uno de los cuales resultó con golpes, tras ser apresados junto a otros hombres durante un piquete frente a las oficinas de la Gobernación en reclamo del cierre de una planta de gas y que fue disuelto violentamente por tropas de la Policía.

Los sacerdotes maltratados fueron Rafael Alvarez y Nino Ramos, en tanto que los gases afectaron a decenas de personas, incluidos niños que pasaban por el lugar en el momento de los incidentes.

Alvarez y Ramos, este último periodista, fueron apresados por una patrulla que lanzó al último violentamente a la cama de una camioneta estacionada en las proximidades de la Gobernación, en la calles Del Sol esquina Presidente Antonio Guzmán Fernández.

Otras diez personas fueron detenidas junto a los dos sacerdotes, pero luego fueron dejadas en libertad sin formulárseles acusaciones.

Ramos sufrió golpes en distintas partes al ser levantado por los policías que lo condujeron en calidad de detenido junto a su compañero.

Los dos sacerdotes dirigían una protesta frente a la sede de la Gobernación en reclamo del cierre de una planta de gas en la comunidad San Martín, en Gurabo.

Una orden del fiscal, Raúl Martínez, de fecha 14 de febrero de este año, se dispuso el cierre de la estación de gas, pero la medida fue desacatada.

El fiscal Martínez consideró «un exceso» la actuación de la Policía en el caso de los sacerdotes y sostuvo que debió respetarse el derecho de cada individuo a protestar con civismo, mientras que el gobernador, José Izquierdo, dijo que la multitud dirigida por ambos sacerdotes entorpeció el tránsito.

«Yo creo que el padre Nino tiene razón, cualquier comunidad que quiera protestar, y yo conozco su caso y creo que a ellos les asiste la razón y quiero que sepan que en la Gobernación no damos permisos para plantas de gas. Lo que no tiene derecho el padre ni nadie, es a cerrar una calle céntrica de la ciudad sin permiso y sin nada, a obstruir el tránsito», sostuvo el gobernador.

El sacerdote Ramos sufrió un desmayo por los gases lacrimógenos que también fueron lanzados contra periodistas que cubrían las incidencias.

Los afectados, fueron atendidos por el médico Arsenio Estévez, quien prestó los primeros auxilios a los desmayados.

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