El Partido Unión Demócrata Cristiana –UDC- consideró hoy que la violencia que azota la sociedad dominicana no se solucionará con lanzar miles de agentes a las calles, sino sentando las bases de un programa de reivindicación social, que mejore las condiciones de vida de todos los dominicanos.

Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, presidente de la UDC , resaltó que  la seguridad  ciudadana, y el orden público, no se consigue únicamente con más agentes en las calles, sino llevando pan, educación y salud a las masas irredentas.

Luis “El Gallo” dijo que será un ejercicio en vano tirar miles de agentes policiales a las calles, si en la sociedad dominicana no se comienza a trabajar para prevenir los cuadros lacerantes de miseria que nos acogotan.

Añadió que es cierto que hay que disponer de vigilancia y acciones de fuerza  para el delito in-situ, pero sino se toman medidas de prevención a corto y largo plazo, el delito será indetenible  en la República Dominicana.

Afirmó que para hablar de controles de la violencia y el pandillerismo, se necesita que haya acciones de corte social, en los reductos de miseria que se han convertido los barrios marginados de las grandes ciudades.

Agregó que no se pueden dirigir todos los recursos para tratar la delincuencia en su cara visible, sino que se tiene que ir donde se germina el delito, que es la falta de oportunidad que hay en las barriadas, donde la mayor parte de sus moradores están desempleados.

Pidió que si se quiere a largo plazo tomar medidas en contra de la estela de violencia y de crímenes sociales, hay que disponer de programas de prevención de los embarazos, sobre todo en las adolescentes.

Dijo que la sociedad se puede preguntar hacia donde va, cuando miles de niñas adolescentes, analfabetas, sin trabajo, sin comida, sin casas, sin programas auxiliares de salud, están haciendo turno en las maternidades para dar a luz a sus hijos.

Esas adolescentes embarazadas, y sus futuros hijos, serán el germen de cultivo de la delincuencia, porque ellas no tienen salida social, ni sus hijos van a encontrar un mundo mejor, y serán la punta de lanza del ejército de la delincuencia.

Alertó que a las adolescentes embarazadas y a las madres solteras, y a los hombres desempleados, solo les queda un camino: la prostitución y el robo callejero, que lleva a la cárcel o a la muerte en los intercambios de disparos.

En el país, grito, hay un millón y medio de madres solteras, golpeadas por los infortunios, y que junto a sus maltrechas familias son cuasi parásitos sociales, sin acceso al agua potable,  a la letrina, al techo, a la educación, a un trabajo digno, que les permita ganarse la comida con su esfuerzo.

La consigna de hoy debe ser mejoría de los niveles de vida de la población: Si a la comida, al techo, a la salud  y al trabajo,  y no a los intercambios de disparos.