Policías piden mejora salarial

Policías piden mejora salarial

LA PAZ (AFP).- Policías de las tres principales ciudades de Bolivia se rebelaron en demanda de mejores retribuciones, declararon emergencia en sus filas, y exigieron al presidente Evo Morales un trato salarial similar al dispensado a la fuerza armada, que la semana pasada recibió un aumento.

El movimiento de protesta de la policía estalló el miércoles en la ciudad de Santa Cruz y se extendió este jueves a las ciudades de La Paz y Cochabamba y a organizaciones de suboficiales y agentes de los distritos de Sucre (sudoeste), Tarija (sur) y Oruro (sudoeste) que se declararon en “vigilia”, expectantes de una negociación con el Gobierno.

Pese a que un vocero de los inconformes, Carlos Iriarte, enfatizó que la intención del movimiento no tiene fines políticos y admitió que “tal vez hemos sido infiltrados”, el gobierno de Morales avista “otros fines, perversos” detrás del mero reclamo salarial.

El viceministro de de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, denunció que los inconformes le recordaron, a manera de chanjate en los contactos previos a una negociación pautada para este viernes, que “los policías ya tumbaron presidentes” en el pasado reciente.

Entonces “desvirtuamos absolutamente todo el tema salarial y quiere decir que esto no es verdaderamente el tema salarial sino se está convirtiendo en un pretexto para otros fines”, reflexionó.

“Esto nos hace pensar (negativamente). Esperamos que por detrás de este movimiento no existan otros móviles políticos, móviles de conspiración”, sostuvo. El vicepresidente del gremio que aglutina a suboficiales y agentes, sargento Eddy Solares, negó que sea un motín. “No estamos nosotros convocando a un motín o a una rebelión”, aseguró.

La reivindicación no afecta a ningún estamento de la oficialidad policial y se circunscribe sólo a los agentes de las entidades departamentales, que reúnen a unos 24.000 miembros en todo el país.

La medida de fuerza agitó el recuerdo de un motín policial en febrero de 2003 por aumentos y contra un impuesto a los salarios, que devino en sangrientos enfrentamientos armados entre policías rebeldes y militares leales al presidente de entonces, el liberal Gonzalo Sánchez de Lozada.

El comandante nacional de la Policía, Isaac Pimentel, descartó un motín policial como el de 2003, que dejó 11 policías, 5 militares y 14 civiles muertos y cerca de 200 heridos.

“Nosotros estamos conscientes que no va ocurrir eso”, dijo Pimentel en rueda de prensa en el Palacio Quemado tras reunirse este jueves con el presidente Evo Morales para analizar la situación.

Pimentel aseguró la normalidad de los patrullajes en todo el país y garantizó el funcionamiento de los mecanismos de seguridad ciudadana.

Sin precisar fechas ni montos, el jefe policial afirmó que habrá un incremento salarial con los recursos que generen los impuestos a la producción petrolera.

Sin embargo por el momento la administración Morales declinó atender la exigencia salarial de los agentes.

“La situación financiera (del país) no lo permite”, enfatizó el viceministro de Presupuesto Edwin Aldunate.

Mientras tanto un grupo pequeño de oficiales de la reserva exigió la renuncia del comandante Pimentel y de la ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, cabeza del sector, durante una protesta por mejores retribuciones en las cercanías del palacio Quemado de La Paz.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas