Policías traídos de Kenia listos para pelear o regresar sin gloria

Policías traídos de Kenia listos para pelear o regresar sin gloria

Si no es tan sanguinaria y carente de escrúpulos como las bandas que va a combatir sin conocimiento del terreno que ellas dominan, la tropa interventora supuesta a discurrir por confusos atajos y andurriales no tiene asegurado el final feliz de pacificar al Haití revoloteado desde siempre y ahora domeñado por gente de mortíferas actuaciones y armada hasta los dientes. Una ofensiva colosal para corto plazo porque desde antes de llegar aca su Gobierno le reservó cupos para regreso al término de un año a su lugar de origen que es Kenia, la que de buenas a primeras ha pasado a quedar con el rancho ardiendo. Compasión para esos chapulines de matrícula africana a los que juró aniquilar el feroz jefe tribal Jimmy Cherizier apodado Barbecue quizás por incendiario y que según el New York Time encabeza 200 agrupamientos de malhechores, superando numéricamente a sus adversarios. Podría prolongarse en el tiempo la ausencia de orden en el vecino territorio de altísimo costo para República Dominica que dirige excesivos recursos materiales por obligados despliegues para la seguridad fronteriza.

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Sometida a desasosiegos por notables peligros de agresiones a su soberanía. Bajo una gestión de gobierno de transición integrada por ciudadanos honorables que la comunidad internacional respalda, Haití está en horas cruciales y con urgencia de salir a camino; entre la esperanza y los asechos de la anarquía.Se prefiere que la receta de ONU para rescatar Haití dé frutos con respaldo moral desde este lado.