Policías y ciudadanos en pos de la seguridad

Policías y ciudadanos en pos de la seguridad

POR MARGARITA QUIROZ
La realidad delincuencial que vive el país ha llevado a algunos sectores de la sociedad a reflexionar en torno a cuáles son las responsabilidades que debe asumir la comunidad en procura de velar por un clima de seguridad pública y, a la vez, el papel, que en la práctica, tiene que desempeñar la Policía.

La sociedad dominicana se siente desprotegida y, por demás, desconfía de los agentes policiales que están llamados a poner el orden y velar por su seguridad.

En ocasiones se evidencian, ante los ojos de la sociedad, complicidades entre las acciones de la Policía y las fechorías de los delincuentes. Hoy día se habla de abuso policial: policías atracadores, ladrones, agresores y extorsionadores y, todo esto, va creando más confusión en «las cabezas» de quienes entienden y reclaman una verdadera seguridad ciudadana.

Frente a tal escenario, sectores como el Centro de Prevención de Abuso Policial (CEPRAPO), trabaja, con los auspicios de la Embajada de los Estados Unidos, en la búsqueda de fórmulas para entablar una relación cordial y de cooperación entre la comunidad y la Policía Nacional.

Según el planteamiento de CEPRAPO, el fortalecimiento de la participación ciudadana en el control de las prácticas policiales constituye una necesidad y pilar fundamental que sustenta la reforma policial, desde dos dimensiones esenciales: educativa (prevención) y control interno (rendición de cuentas).

Para allanar el camino, esta entidad invitó al país a Eduardo Díaz, director ejecutivo del Panel de Revisión Independiente del condado de Miami Dade. Díaz es calificado como un defensor activo de los derechos humanos y trabaja hace unos 25 años en cómo mejorar las relaciones entre la Policía y la comunidad, con el interés de reducir los diferentes tipos de violencia que en ese condado se suscitan.

En estos 25 años este programa oficial ha sido exitoso en Miami Dade y, otros similares en ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y Cincinati. Una muestra de esto –según Díaz– es que el departamento policial al cual él tiene jurisdicción «es el más confiable y el que trabaja de forma más profesional», gracias al entrenamiento continuo del personal y el asesoramiento por parte de la población civil.

Díaz viajó al país por segunda vez y se reunió con sectores de la Policía y la comunidad para hablar, con su marcado acento cubano, de su experiencia en Estados Unidos y la importancia de que se establezcan instituciones que ayuden a mejorar las relaciones comunidad-Policía y así investigar y solucionar los actos delincuenciales y los abusos policiales.

UN MONITOREO A LA POLICÍA

De acuerdo a Díaz, los actos delictivos y abusos policiales que se cometen en el país pueden ser controlados sí la comunidad y la Policía trabajan en forma coordinada en base a una institucionalidad legalizada y transparente.

La ordenanza legal en la cual se basaría esta relación le haría ver a la Policía que la comunidad puede trabajar con ella pero no para ella; al contrario, funcionaría como un guardián de las prácticas policiales. Es decir, la comunidad tendría el deber de denunciar y darle seguimiento a los abusos y la Policía la obligación de transparentar sus investigaciones.

En esto está trabajando CEPRAPO, sin embargo, de acuerdo a su presidenta, Vielka Polanco, «la Policía no siente que está en la obligación de contestarnos, por esto la importancia de la institucionalización de esta relación».

En el trimestre pasado (mayo-junio) CEPRAPO recibió, registró y canalizó ante el Departamento de Asuntos Internos de la Policía Nacional 23 denuncias de abuso policial de las cuales se han recibido respuestas de cuatro.

CEPRAPO es un centro de recepción de denuncias de abuso policial y, de acuerdo a su sistema de información, los abusos más frecuentes son: agresión física, detención arbitraria, difamación y los llamados «asesinatos extrajudiciales».

Además, resalta que la mayoría de las denuncias provienen del Distrito Nacional y de la Provincia Santo Domingo. Del interior se destaca la provincia de Higüey.

También, se puede observar que los hombres jóvenes de 24 a 40 años de edad y pertenecientes al segmento más empobrecido de la población son los más susceptibles de ser víctimas de abuso policial.

Es notoria, según este último informe, la implicación en los casos de violaciones de los derechos humanos de agentes que ostentan los rangos de sargentos, tenientes y capitanes.

RESPONSABILIDAD CIUDADANA

Como bien explica Díaz, la comunidad debe ayudar a cambiar la permisibilidad de la violencia en el país.

«El pueblo espera la violencia porque cree que la violencia es necesaria y debemos comprender que hay que resolver las cosas sin disparar un arma», señala.

En tal sentido, Virgilio Almánzar, presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, entiende que para lograr todo lo planteado, la Policía necesita hacer una profilaxis de arriba hacia abajo y recursos económicos necesarios para trasladarse, comunicarse, patrullar e investigar. «Porque sí lo que se desea es seguridad ciudadana, hay que invertir», puntualiza.

CÓMO SER VIGILANTES DE NUESTROS VIGILANTES

Monitoreando las prácticas policiales.
Haciendo una restructuración en la Policía.
Pagando mejores salarios a los efectivos policiales.
Denunciando los abusos policiales.
Aprendiendo a solucionar conflictos sin violencia.
Descentralizando la Policía del Poder Ejecutivo.
Educando a la población para que sea parte de  la solución.
Organizando a la sociedad: miembros  comunitarios, de asociaciones femeninas y religiosas para que vigilen a los policías.

¿QUÉ ES ABUSO POLICIAL?

Es un acto mediante el cual un agente policial, en el ejercicio de sus funciones públicas, ocasiona intencionalmente y aprovechando e invocando la autoridad que ostenta, daño físico o emocional a una persona o bienes. CEPRAPO, como centro de recepción de denuncias de abuso policial, informa que entre los casos que se pueden denunciar figuran: detenciones arbitrarias o injustificadas, violación a la intimidad personal o de domicilio, corrupción, extorsión, soborno, amenaza, chantaje, agresión verbal, trato cruel, agresión física, tortura, secuestro policial, negligencia, entre otros.

CEPRAPO está integrado por el Comité de los Derechos Humanos y los institutos de Derechos Humanos Santo Domingo y Dignidad Humana de la Policía Nacional.

¿QUIÉNES PUEDEN PRESENTAR LAS DENUNCIAS?

 La misma víctima
 Un familiar de la víctima
 Un amigo
 Un testigo
 Red de apoyo ONG´s e instituciones

¿QUÉ INFORMACIÓN SE NECESITA?

 Lugar exacto
 Fecha y hora
 Nombre o alias del agente policial
 Rango del agente policial
 Departamento al que pertenece
 Circunstancias de los hechos
 Datos de testigos, si hubiesen
 Pruebas que avalen la denuncia.

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