El diagnóstico de los pacientes con síndrome de apneas obstructivas del sueño, como la mayoría de las veces en medicina, se base en una minuciosa historia clínica y examen físico, y como prueba complementaria básica se realiza un estudio de sueño.

Los dos principales métodos diagnósticos en esta condición son la polisomnografía convencional, que es el método de referencia y la poligrafía respiratoria, que es el principal método alterno.

La polisomnografía convencional en el registro de variables neurofisiológicas (electroencefalograma, electrooculograma, electromiograma), respiratorias y cardíacas (pulsioximetría, flujo oronasal por cánula y termistor, movimientos toracoabdminales, electrocardiograma y ronquido) de forma simultánea. Se realiza en un laboratorio de sueño bajo la supervisión de un técnico.

Debe realizarse en horario nocturno o en el habitual de sueño del paciente, con un registro no menor de 6.5 horas. La poligrafía respiratoria es otro de los métodos

diagnósticos validados para pacientes con moderada y alta sospecha clínica de síndrome de apneas obstructivas del sueño.

Este método, que registra las variables respiratorias y cardiacas, suele realizarse en el domicilio del paciente lo que disminuye las listas de espera, costos económicos y puede resultar más representativo de la cotidianidad del paciente dado que este duerme en su propia cama.

La elección del tipo de estudio de sueño que resulte más rentable para el paciente con síndrome de apneas obstructivas del sueño, debe ser individualizada y fundamentada en la sospecha clínica, factores de riesgo, disponibilidad de equipos y costos económicos en que debe incurrir el paciente.