Política crediticia en Cuba concreta pocos préstamos

Política crediticia en Cuba concreta pocos préstamos

LA HABANA. Más de dos años después de la entrada en vigencia de una ley que permite que los bancos estatales cubanos financien a trabajadores independientes y cooperativas, pocas personas han solicitado estos préstamos. Un reporte publicado por el portal oficial Cubadetate el miércoles indicó que en todo el país se concretaron unos 820 créditos.

“Pensamos que las deficiencias radican en el poco conocimiento que tiene ese sector sobre el financiamiento. No obstante que hemos impartido seminarios y ofrecido atenciones con tal propósito, no ha sido mucha la insistencia de ellos para obtener recursos”, comentó la subdirectora de banca corporativa del Banco Metropolitano, Milagros Suazo Reimond.

La flexibilización del trabajo independiente del Estado y la constitución de cooperativas no agrícolas fueron dos de los elementos de un paquete de medidas aprobadas por el presidente Raúl Castro a comienzos de esta década con la que busca una mayor eficiencia de la economía cubana.

Castro desarrolló un amplio programa de reformas como la apertura del mercado de bienes raíces y automóviles y la entrega en usufructo a particulares de tierras ociosas. Sin embargo, aseguró que la isla continuará con su modelo de empresa estatal fuerte. En ese marco se aprobó una serie de normativas que permiten a estos nuevos actores económicos solicitar créditos para comenzar o ampliar su actividad.

En diciembre las autoridades informaron que unas 444.000 personas se desempeñaban como trabajadores por cuenta propia y había unos dos centenares de cooperativas no agrícolas.

“Se ven negocios muy bonitos y con prósperas condiciones, pero cuando preguntas el dinero vino de algún familiar o amigo o desde afuera. Es decir, muchos prefieren esa, u otra vía, porque en Cuba no hay costumbre del crédito bancario”, comentó Aymara Álvarez Martínez, directora de una sucursal del Banco Metropolitano.

Según Álvarez el papeleo y los requisitos no son engorrosos y las tasas son bajas. Los funcionarios indicaron que pocos créditos de los solicitados habían sido rechazados. A partir de las reformas se autorizó también a los particulares usar sus automóviles, casas de campo -las de vivienda familiar están prohibidas- o presentar fiadores como garantía de pago al banco.

“Hemos hecho muchas flexibilizaciones, como el aumento del período de gracia y los plazos de amortización, que empezaron por cinco años y hoy llegan hasta diez; la disminución del importe mínimo del crédito, la ampliación de las garantías pero debemos mejorar los resultados, partiendo del conocimiento profundo de qué necesitan de nosotros cooperativistas y cuentapropistas”, dijo por su parte Greicher La Nuez Gambino, directiva del Banco Popular de Ahorro.

El Banco Metropolitano y el Popular de Ahorro, ambos estatales, son las dos entidades autorizadas a otorgar créditos a personas naturales. Para enfrentar la escasa demanda el Banco Popular de Ahorro decidió establecer en las provincias un “gestor de negocios” para asesorar y promover los servicios y el Metropolitano abrió en septiembre una oficina de créditos especial en la capital.

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