Política del “dinero fácil” entra  recta final

Política del “dinero fácil” entra  recta final

Tokio (EFE).- La primera subida mensual del IPC en Japón en dos años confirmó ayer las previsiones de que la deflación crónica que sufre el país desde hace siete años se halla en su recta final, al igual que la política de mantenimiento de tipos de interés casi nulos.

El Ministerio de Interior y Comunicaciones anunció ayer martes la subida del Indice de Precios al Consumo (IPC) de noviembre de un 0,1 por ciento, con respecto al mismo mes del año anterior. Esta noticia se llevaba esperando en Japón desde noviembre de 2003, mes en el que los precios comenzaron a menguar de manera ininterrumpida, dentro de un proceso deflacionario que lleva en pie siete años.  Algunos analistas como el economista jefe del Barclays Capital Japan, Takuji Aida, no dudaron en proclamar que el IPC positivo de noviembre significa que “la deflación se ha acabado”, según la agencia Kyodo.

Aida agregó que la subida de los precios va acompañada de un incremento en los salarios, de acuerdo con unos indicadores recientes, por lo que sostiene que esta positiva combinación contribuirá al crecimiento de la economía japonesa.

Según los expertos, la subida del IPC debería llevar al Banco de Japón (BOJ) a reducir la liquidez que pone a disposición de la banca comercial para frenar la deflación y seguidamente a subir los tipos de interés.

El BOJ ha fijado tres condiciones para poner término a la política monetaria de “dinero fácil” (o intereses casi nulos mantenidos desde hace casi cinco años): que el IPC se estabilice por encima de cero, que exista unanimidad en el Consejo del BOJ de que no volverá a caer en la zona negativa y que no haya otras razones que impidan el cambio de política.

El ministro de Finanzas, Sadakazu Tanigaki, se mostró reacio a echar las campanas al vuelo y pide que se respeten los requisitos del Banco Central. “Tenemos que examinar varios indicadores para evaluar el estado de la deflación. Además está claro que las tres condiciones del BOJ para poner fin a su política monetaria aún no se han alcanzado”, afirmó Tanigaki.

El ministro Portavoz, Shinzo Abe, fue aún más categórico y aseguro que el Gobierno “no va a dejar de pensar que sigue existiendo una suave deflación”, y agregó que continuará “observando de cerca” el índice de los precios.

Para reforzar esta postura, el Ministerio de Interior y Comunicaciones ofreció hoy por primera vez el resultado del cálculo de un IPC sin incluir los alimentos y los combustibles, los bienes de consumo con precios más volátiles.

El indicador, similar al que se utiliza en EEUU y Europa, tuvo un descenso del 0,2 por ciento en noviembre con relación al mismo mes de 2004. A pesar de esta llamada a la prudencia, la subida del IPC entra dentro de los planes del Gobierno.  Según uno de sus últimos informes, el Ejecutivo sostiene que “el final de la deflación se podría producir durante el año fiscal 2006” (entre el 1 de abril de 2006 y 31 de marzo de 2007).

Asimismo, prevé una subida del IPC durante el próximo ejercicio económico del 0,5 por ciento, lo que supondría el primer crecimiento sostenido de los precios en ocho años.

Esta previsión coincide con la mostrada por el Banco de Japón en su informe “Panorama de la Actividad Económica y de los Precios” que publicó en octubre pasado.

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