Política desvirtuada por carnavales y teatros

Política desvirtuada por carnavales y teatros

Penosamente la política virtuosa concebidapor virtuosos, el forjador de nuestra dominicanidad entre ellos, está siendo afectada por la teatralización carnavalesca; recordando aquel verso con que el político mexicano del siglo XIX Juan de Dios Peza concluye su poesía inspirada en Garrick “actor de Inglaterra” sobre el “carnaval del mundo” y los engaños sometidos. El predominio mediático de nuestro siglo magnifica esta afectación, nacional e internacionalmente.

El socio-populismo europeo montó un engañoso teatro inspirado en asistencialismos-clientelistas que sumió al viejo continente en una de sus peores crisis por el carnaval de gastos despilfarradores incurridos, en complicidad con la “comunidad financiera internacional” que ahora, después de 6 años de padecimientos, viene a reconocer virtudes de la fiscalidad alemana.

Latinoamérica no aprendió la lección: El socio-populismo corroe economías potencialmente sólidas como la venezolana y argentina. Y la nuestra.

El carnaval asistencialista-clientelista ha estatizado nuestra economía sobrecargando gastos, generando déficits financiados con endeudamientos externos y domésticos que convierten nuestros inversionistas en financiadores estatales; desbalances que pretenden corregir con reformas tributarias que agravan fiscalidad -no aumentan recaudaciones, informalizan economía por mayor evasión -mientras continúan voces clamando aumentar presión tributaria para financiar más gasto “social”. No ha valido desenfrenos en endeudamientos originado en estos carnavales para proporcionar coraje de reducirlos. No internalizan que altos intereses pagados por el Estado para financiar sus déficits, 24 a 48 veces superiores a nuestros socios comerciales, perjudican agropecuaria e industria.Alardean del incremento de recaudaciones pero ignoran consumirlas en cargas fijas, persistentemente.

Los apóstoles de esta fiscalidad “socio”-clientelista no parecen percatarse que están abonando puestos de trabajo informales traducibles en mayor demanda de gastos efectivamente sociales y poniendo en tela de juicio propósitos y sostenibilidad de una seguridad social cooptada por exsindicalistas con remuneraciones privilegiadas amparándose en vanaglorias que no proporcionan sostenibilidad ni seguridad a cotizantes.

Nos encontramos pues regidos por administraciones engañosas, de corte socio-populistas- clientelistas, ignorando previsiones consignadas en nuestra Constitución (art. 233).

La teatralización se refleja,además, en poses cotidianas.

Apostadores de “apertura y globalización” hoy se rasgan vestiduras por pérdida de competitividad que causaron.

Organismos internacionales siguen reconociendo el papel de nuestra Armada por controlar flujos migratorios a territorios norteamericanos mientras fastidian nuestras autoridades esforzadas en preservar nuestra integridad. Epidemiólogos de Salud Pública se reúnen en “resort” turísticos para evaluar efectos de Chikungunya amplia y cotidianamente denunciados mediáticamente. Nuestros ministerios públicos confunden ciudadanos emprendiendo acciones selectivas, diferentes.

Tenían que prohibir quesos en territorios extranjeros para que PROCONSUMIDOR actuara repitiendo el teatro montado con el salami.

Estas engañosas teatralidades complementadas por carnavalescos gastos, perjudican el ejercicio virtuoso de la política. Y nuestra democracia.

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