Política económica pro-cíclica

Política económica pro-cíclica

Frente a los efectos depresivos de la recesión mundial sobre la economía dominicana el Banco Central y la Secretaría de Hacienda están llevando a cabo una política restrictiva que ha agudizado y está empeorando la fuerte caída del crecimiento de la actividad económica nacional.

Ha generado más desempleo de la fuerza de trabajo y mayor desaceleración de la demanda agregada de lo que hubiese sucedido de haberse aplicado una política anti-cíclica como la propuesta por el ministro de Economía Temistocles Montás. En circunstancias como las que está viviendo la economía mundial, todos los gobiernos están interviniendo fuertemente en la economía para evitar una profundización de los efectos nocivos de la crisis mundial sobre sus poblaciones.

En ese sentido, han ampliado su déficit fiscal y han seguido políticas monetarias expansivas de aumento de la liquidez bancaria y reducciones sustanciales de las tasas de interés.

En efecto, tanto la posición fiscal del gobierno dominicano como su postura de política monetaria han sido restrictivas durante el primer semestre de este año. El déficit del sector público no financiero se contrajo a un tercio del nivel que alcanzó en el primer semestre del 2008, por una caída de un 57% del gasto de inversión pública en relación a igual periodo del año pasado.

Como porcentaje del PIB la reducción del déficit fiscal fue de 2 puntos porcentuales. El aumento de la tasa de desempleo tuvo que ser mayor del 2 por ciento de la fuerza de trabajo, ya que los sectores de actividad económica que sufrieron una mayor contracción de su valor agregado real son los que absorben mayor mano de obra, tales como Zonas Francas, que cayó un 20%; Construcción, que disminuyó 19%; Industria Local, un crecimiento negativo de 2%, y Turismo, un decrecimiento de 7%, entre otros.

Con una inflación anualizada que se ha desplomado a casi cero a junio de este año, la carga de la deuda de las empresas no financieras se hace aún más pesada, ya que la tasa de interés real sobre préstamos en el sistema financiero se ha reducido en menos de 2 puntos porcentuales entre diciembre y junio.

Tanto la deflación como las altas tasas de interés reales prevalecientes en medio de la crisis de un 19% en los bancos comerciales, se han debido a la política monetaria restrictiva que en la práctica han seguido las autoridades monetarias. Los niveles de liquidez de la economía (reservas bancarias y dinero en circulación) están a un nivel inferior al que se propuso el Banco Central en su Programa Monetario a principios de año.

El Banco Central ha reducido la cantidad de dinero en circulación y las reservas bancarias libres, mediante su política de colocación de sus certificados de largo plazo. Con estas operaciones el BC lo que busca es evitar que la tasa de interés baje a los niveles que en estos momentos requieren los sectores productivos para salir del hoyo.

También se le hace más difícil y más caro al gobierno obtener recursos en el mercado financiero local, que es una opción menos riesgosa que la de elevar su deuda externa recurriendo a los bonos soberanos o a préstamos del FMI.

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