UBI RIVAS
Conforme como se anunció, el presidente Leonel Fernández produjo el esperado discurso-informe al país, el jueves 16 de este mes, enunciando las providencias oficiales relacionadas con el ahorro de combustibles y las alternativas para producir variables energéticas.

El presidente lució confiable, como siempre, sereno como siempre, optimista como siempre y real como siempre, y en esas orientaciones, todos aguardamos que los resultados serán a esos tenores, como a veces no siempre.

Delineó el gobernante siete premisas para abordar la gravísima crisis de carestía de precios especulativos de los combustibles, el petróleo como base de todos los otros, precisando que el WTI (West Texas Intermediate), que es quien por especulación criminal fija los precios de los crudos, resulta el villano perverso que tal parece ningún poder de la Tierra encabestra, domeña.

En 2003 el barril de crudo costaba US$24 y 14 meses después trepaba US$60 y 24 meses luego brincaba a US$96, todo por especulaciones groseras sin capacidad explicativa convincente, ora por guerras que el imperio crea y focaliza madalaganariamente sin provocación ni peligro para sus intereses, en Iraq, Afganistán y ahora el pulseo con Irán por enriquecer uranio y accionar centrífugas nucleares para propósitos, alega Theerán, pacíficos, pero que USA y su pupilo Israel, alegan guerreristas, agresivos, para destruir al Estado judío. Una patraña grandísima.

Ahorro de energía y propiciar eficiencia en esa orientación al sector público y privado luce una perogrullada, en la primera ponencia del presidente. Instalación de semáforos sincronizados, más bien, solares, en la capital y Santiago, debió añadir en Higüey, tercera referencia de tránsito vehicular, segunda ponencia.

Profundizar uso gas natural no en 80 autobuses de OMSA, sino en todos y no en 2000 vehículos de concho, sino eliminar los 30 mil que hay incorporando a sus choferes, como he insistido siempre, en conductores de autobuses, créditos para pequeños negocios de PROMYPIME y asentamientos agrarios del IAD así como créditos del Bagrícola, tercera medida.

Eliminar el uso criminal de GLP en yipetas, Mercedes Benz, Jaguar, Hummer ó 12.6 mm galones en esa vagabundería, introduciendo un chip para carros de concho, cuarta medida.

Tránsito interdiario en carros de concho que hace tiempo se dispuso con franja verde y naranja, es decir, estamos lloviendo sobre mojado, aunque lo sensato, insisto, es eliminarlos a los 30 mil. Quinta medida repetitiva.

Propiciar de verdad, no de aguajes, energías renovables y conceder licencias sin participación ni aval del Estado a empresas con ánimo de instalar plantas solares, eólicas, creando Itabos, Smith & Enron, Cogentrix, Palamara, en esas disciplinas, nunca más de combustibles fósiles, Sexta medida.

Extender el metro por el este al AILA y Boca Chica y al sur Haina-San Cristóbal, por concesiones a empresas privadas sin participación alguna del Estado, y continuarlo hasta Santiago, Puerto Plata, Línea Noroeste, SFM, Moca, Salcedo, es decir, un ramal férreo y eliminar así miles de carros, camiones, camionetas, eso sí, con los pantalones (la expresión es esa misma) de enfrentar a los importadores de vehículos. Séptima medida.

Disponer ya, construir túneles y elevados en dirección norte sur, que solo hay uno, Núñez de Cáceres, mientras los restantes están en orientación este-oeste, situación que contribuye al endiablamiento del entaponamiento 12 horas diarias en la capital, de ocho de la mañana a ocho de la noche. Octava medida.

Facilitar a los colegios privados autobuses y así eliminar 30 mil madres-padres llevando y buscando a sus hijos a los 8:00 am y 2:00 pm Novena medida. ¿Resulta muy imposible esta estrategia?. ¿No se entiende?