Política monetaria, cuasi-fiscal y juego de Ponzi

Política monetaria, cuasi-fiscal y juego de Ponzi

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
De los políticos siempre se ha dicho que actúan de una forma en el gobierno y de otra en la oposición, por aquello de «la guitarra y el violín». También ciertos profesionales de la economía padecen de ese mal, pues ayer, cuando el Banco Central colocaba certificados a tasas de interés astronómicas, no les preocupaba la magnitud del déficit cuasi-fiscal y ahora pronostican el peor de los desastres cuando las tasas se han reducido a la mitad y los inversionistas confían en instrumentos a más largo plazo.

Estos insignes profesionales de la ciencia económica insisten en comparar a la política del Banco Central en relación a los certificados y el déficit cuasi-fiscal con el denominado esquema o juego de Ponzi.

¿Qué es un juego o un esquema Ponzi?

Carlo»Charles»Ponzi nació en Palermo, Italia, en 1882 y emigró a los Estados Unidos en noviembre del 2003. Durante 14 años Ponzi se trasladó de ciudad en ciudad, de trabajo en trabajo, hasta que en el 1917 se radicó en Boston y tomó un empleo como mecanógrafo y contestador de correspondencia extranjera. En diciembre del 1919 Ponzi llenó la aplicación en la Security Exchange Company para establecer su negocio, en donde prometía a los inversionistas que adquirieran sus títulos 45% de interés en 45 días y duplicar el monto del principal en 90 días. El esquema de Ponzi consistía en pagar esos altos intereses a los adquirientes de sus certificados o notas de valores con el dinero recaudado de los siguientes inversionistas y así sucesivamente.

Un negocio tan próspero atrajo la atención de las autoridades federales y locales, quienes revisaron los libros de Ponzi, mientras un trabajo publicado el 26 de julio del 1920 en «The Boston Post», cuestionando el esquema, provocó que filas de inversionistas comenzaran a retirar sus depósitos.

El 10 de agosto de ese año, los auditores declararon en quiebra la empresa de Ponzi, que había timado a más de 40 mil personas con un monto de 13 millones de dólares de entonces. Charles Ponzi cumplió una condena de tres años, y para no hacer mas larga la histori,a murió en la miseria en Italia en enero del 1949, pero pasó a la historia con su clásico fraude mediante el cual se paga a los viejos inversionistas con el dinero de los nuevos.

Los certificados del Banco Central, un excelente instrumento de mercado, fueron utilizados por las pasadas autoridades para contener la hemorragia monetaria provocada por la devolución, contraria a la Ley Monetaria, de todos los recursos de los depositantes de Baninter y el salvataje de los otros dos bancos quebrados.

Debido a la desconfianza de los agentes económicos el Banco Central debió colocar estos certificados en subastas cuyos resultados llevaron los intereses hasta el astronómico nivel de 62%, y al 13 de agosto, ultimo día laborable del gobierno anterior, el monto total de los certificados ascendía a RD$89, 438 millones a una tasa promedio de interés de 52%. Esquema Ponzi, si vale la comparación, se daba con las pasadas autoridades monetarias que carecían de la credibilidad para reducir los intereses, el cuasi-fiscal y para aplicar un programa de desmonte de estos instrumentos.

Las actuales autoridades, depositarias de la confianza de los agentes económicos, lograron reducir paulatinamente las tasas de interés de las subastas, extendieron los periodos de vencimiento y al cerrar septiembre del 2004 el monto de los valores en circulación( certificados) superaba el financiamiento interno, eliminando la brecha de RD$15,419 millones que existía al 13 de agosto, vale decir comenzaba a eliminarse la sobreliquidez causante de la devaluación.

El mérito de la política monetaria del Banco Central ha sido reducir la emisión monetaria en RD$5,005 millones, incrementar las reservas internacionales netas en US$486.7 millones mediante la compra de dólares en los mercados cambiarios, reducir en casi 50% los intereses de los certificados, extender los periodos de vencimiento, a la vez que se reducía la tasa cambiaria en 28%.

En contraposición es cierto que el monto de los certificados se ha incrementado en 39% para alcanzar el monto de RD$124,309 millones al 25 de febrero; sin embargo, gracias al desplome de los intereses a diciembre del 2004 el pago de éstos ascendía a RD$2,377 millones mensuales, mientras a julio del 2004 el servicio de los intereses ascendía a RD$3,025 millones, de tal suerte que mientras en el 2004 el déficit cuasi-fiscal ascendió a RD$31,186.9 millones (4% del PIB), para este 2005 se reducirá a RD$28,567 (3.2% del PIB) cifra proyectada que no toma en consideración las múltiples vías para reducir el monto de los certificados.

No puede, pues, hablarse de juego Ponzi sobre una política monetaria que ha sido capaz de reducir y estabilizar la tasa de cambio, incrementar las reservas internacionales, colocar certificados a periodos mayores de un año, reducir la magnitud del cuasi-fiscal y, logrado todo lo anterior, estar en posibilidad de iniciar el proceso de reducción sostenida del monto de los certificados.

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