Algunos prestigiosos economistas han sugerido que como toda reforma fiscal tiende a ralentizar la economía a corto plazo, para mantener un crecimiento en 2025 cercano al potencial (5.0%) será necesario que la política monetaria adopte una postura expansiva, por ejemplo liberación de encaje legal y/o Fondos de Liquidez Rápida (FLR); sin embargo, la experiencia más reciente es que ese tipo de política, aunque aumentó el monto de los préstamos, no se transfirió a una reducción sostenible de las tasas de interés y junto a esto se han verificado episodios de incremento de la tasa de cambio a pesar de las intervenciones en el mercado con inyecciones de divisas.
Afortunadamente hay la experiencia de los resultados en los últimos años en que hemos tenido políticas monetarias expansivas en la pandemia, contraccionistas, a raíz de la inflación de origen interno y externo, y luego expansiva por la caída del producto en 2023.
Puede leer: Candados en la frontera y a los empleadores
Desde junio 2023, frente a la ralentización del producto que exhibía a mayo un crecimiento acumulado de 1.4% y la inflación se encontraba dentro del rango meta en 4.43%, las autoridades del Banco Central redujeron la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 8.0% a 7.0% e inyectaron a lo largo de ese año aproximadamente RD$159 mil millones entre liberación del encaje legal y Fondos de Liquidez Rápida (FLR).
A pesar de esa política expansiva el PIB creció apenas 2.4%, el más bajo en 35 años, salvo las crisis de 2003, 2009 y 2020, y el menor en comparación a nuestros pares de Centroamérica, la inflación cerró ese año en 3.57%; sin embargo, es interesante observar el comportamiento de las tasas de interés.
En mayo de 2023 la Tasa Activa Promedio Ponderada de los bancos múltiples era de 15.89%, se redujo a 12.41% en junio 2023, cerró diciembre en 13.6% y los primeros 16 días del mes de septiembre se encuentra en 15.55% promedio, mientras la tasa interbancaria promedio en septiembre se colocó en 12.79%, a pesar de que en ese mes se redujo la TPM de 7.0% a 6.75%.
En cuanto al tipo de cambio del BC la depreciación dic. 2023-agosto 2024 fue de 4.18% y la anualizada de agosto 2024 fue de 5.14% y en este mes de septiembre superó la barrera psicológica del 60×1 a pesar de que las Reservas Internacionales Netas, especialmente por las inyecciones en el mercado, han disminuido entre diciembre 2023 y agosto 2024 en US$593.5 millones, aun así US$14, 864.2 millones representa un nivel adecuado.
Si bien la política monetaria expansiva, así como el aumento de la inversión en este año han permitido llevar el crecimiento del Índice Mensual de Actividad Económica a julio en 5.0%, lo cierto es que en 2025 no es seguro que una política monetaria expansiva represente una garantía de que estimule a la economía por el impacto de la reforma fiscal y de seguro cuando se inyecten los esteroides, perdón la liquidez, el BC deberá neutralizarla para evitar presiones inflacionarias, sea vendiendo más reservas o aumentando su deuda.
En conclusión, con los instrumentos de política monetaria es imposible impulsar un crecimiento afectado por la reforma fiscal y simultáneamente mantener bajas tasas de interés, estabilidad del tipo de cambio y ralentizar una deuda que sigue creciendo más que la del Gobierno. Alguna variable tendrá que sacrificarse.