Política monetaria y precios internacionales

Política monetaria y precios internacionales

La explicación más frecuente para el alza sostenida en los precios del petróleo y los alimentos es el aumento de la demanda mundial, sin embargo un mayor número de especialistas concuerdan en que este aumento de la demanda agregada tuvo como punto de partida años de políticas monetarias expansivas y abundante crédito barato.

Un ensayo de trabajo del FMI , publicado en mayo de este año, de la autoría del economista Noureddine Krichene (“Recent Inflationary Trends in World Commodities Markets”) presenta datos y modelos en donde se comprueba que la política monetaria expansiva en los EU, más el descenso de las tasas de interés en el periodo 2000-2007 y más recientemente entre agosto del 2007 y marzo del 2008 (para enfrentar la crisis financiera originada en las hipotecas basuras) han incidido en una inflación sin precedentes en los precios del petróleo y los alimentos.

En lenguaje llano, el aumento de la oferta monetaria y créditos baratos provocó un aumento de la demanda por bienes y servicios en las naciones desarrolladas, demanda que permitió a países como China y la India aumentar sus exportaciones y por vía de consecuencia demandar más petróleo y alimentos; entonces frente a bienes y servicios limitados por factores fijos resultó en presiones a los precios.

La subsiguiente devaluación del dólar y la crisis subprime han provocado que los inversionistas, especialmente los fondos de inversión de riesgo (hedge funds), hayan concentrado sus capitales hacia la especulación con los commodities,  contribuyendo a retroalimentar el proceso inflacionario.

El autor plantea dos escenarios; en uno si se mantiene la actual política monetaria, se mantendrá la inflación de los commodities, desorden financiero y recesión mundial y la otra alternativa es una política monetaria restrictiva, con elevación de los tipos de interés y habrá  recesión mundial, crisis de deuda, seguida por una recuperación y estabilidad en los precios.

Un reciente editorial del The Wall Street Journal del lunes 9 de junio atribuye la presente crisis (estanflación) a la mezcla de dinero barato estimulada por la FED y su Presidente Bernanke y a los estímulos Keynessianos de Bush.

Este demoledor editorial propone “una política monetaria más dura para defender el dólar y pinchar la burbuja del petróleo, y rebajas fiscales marginales, inmediatas y permanentes para incentivar la economía y restablecer la toma de riesgos”.

La burbuja de los commodities se va a desinflar tarde o temprano; entretanto aquí la receta válida sigue siendo disciplina fiscal y monetaria, un acuerdo de vigilancia con el FMI y acelerar los programas para reducir la dependencia del petróleo.

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