Política y mala maña

Política y mala maña

La política siempre tiene la misma estructura; unos están arriba, otros están abajo. Los de abajo hacen la crítica de los que gobiernan; los de arriba defienden todas las iniciativas de los que mandan. Los de arriba practican unos excesos que cometerán los de abajo tan pronto lleguen al poder. Hace cuatro días leí en “Facebook” un trozo de un discurso de Cicerón, obviamente pronunciado antes de Cristo. Se refería a los gastos excesivos del gobierno, a los dispendios de los funcionarios, al endeudamiento del Estado, a malversaciones y abusos de los legisladores. Esto es, algo que vemos hoy en todas partes del mundo.

Nadie piensa que, por ser “antiguos”, estos desafueros deben dejar de ser combatidos. Nada de eso; estaban mal antes del cristianismo y después de él; lo mismo en Europa que en América. Pero no conviene olvidar que son infracciones inseparables de la condición humana, que la historia continúa hacia adelante o, como declara el tango: “la vida sigue andando”. Si hay presidiarios es porque hay delincuentes. El presidente Medina anunció ayer que en La Victoria se construirán dos cárceles, cuyos planos ya están listos. La vida humana es “áspera”, en México, en la RD, en los EUA. Narcotraficantes, especuladores financieros, sicarios de todas clases, circulan alrededor de los partidos políticos en una docena de países.
Hay millones de personas que no tienen que ver con estas actividades criminales; que son impotentes para impedir ciertas formas de corrupción y de impunidad, que no conocen los “rejuegos” del Poder Judicial, los intrincados pasos procedimentales que rigen un proceso en los tribunales ordinarios. Esas personas desean organizar sus vidas “después de Figueroa Agosto”, “después de Quirino”, del empresario español que construyó una torre con financiamiento del Banco de Reservas, acusado en su país de embarcar drogas y materiales de construcción.
La literatura picaresca floreció en España debido al número enorme de desempleados que había en tiempos de Felipe II. Los refranes populares que aluden a manejos turbios y mañosos, son todos verdaderos, según el criterio de Cervantes. El general Soto Jiménez afirma que Joaquín Balaguer “sobreponía” refranes a las citas de filósofos griegos y enciclopedistas franceses. Añade que Balaguer “aplicaba” refranes, mientras Bosch solamente “los explicaba”.

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