Política y prensa

Política y prensa

José Manuel Guzmán Ibarra
j.guzman.i@codetel.net.do
La objetividad es la pera del olmo de los políticos. Esto es así porque actúan como agentes económicos racionales, en democracia se busca maximizar votos y eso no siempre va de la mano de la “objetividad”.

En el otro lado está la prensa: en un sistema democrático ayuda a fortalecer el rendimiento de cuentas. Sin dudas ni peros. Su misión en términos deontológicos es servir, desde las palabras, el dato objetivo…aunque dañe lo institucional. Igual que se puede decir que la función del político es servir a las instituciones desde la acción…aunque a veces falte a la palabra.

Sin embargo, los periodistas, igual que el político, se comporta como un ente racional que busca maximizar rating o ventas. En ocasiones se mantiene en sus límites deontológicos, pero la naturaleza de su quehacer lo lleva, por encima de todo a buscar la maximización de la atención del público, aún trasgrediendo esos límites.

Entre las dos lógicas – política y prensa  – se dan relaciones a veces difíciles y a veces de mutua admiración. El debate no es exclusivo de RD. En EE.UU., a raíz de la intensidad electoral es constante la reflexión de la relación entre política y prensa. Allá como aquí, la relación suele oscilar entre el amor y el odio.

Un ejemplo de la tensa relación es la declaración de Bush el 10 de marzo, en Texas: “particularmente odio cuando el periodista pone palabras en  mi boca, incluso si en cambio realmente las dije” (sic). Los bushismos, como se conoce los inusuales errores gramaticales y conceptuales del presidente, suelen mostrar las debilidades intelectuales; en otras ocasiones muestran una ingenua sinceridad compartida por políticos, suficientemente inteligentes para no admitirlo en público, pero no lo suficiente para sobrellevar creativamente la molestia de las citas de los periodistas.

Si se quiere convivir sin daño, política y prensa se deben una sana distancia. Ya vimos que sus objetivos a veces coinciden; otras no. En sus lógicas de maximización no hay buenos y malos per se.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas