Política estímulo fiscal
y desarrollo económico

Política estímulo fiscal<BR>y desarrollo económico

A juzgar por las cifras oficiales del comportamiento de la economía y por lo “impresionante de los primeros resultados” del programa de estímulo fiscal  ejecutado por el Gobierno desde finales de 2009, todo parece sugerir la revisión hacia la baja de la política de expansión del gasto público definida en la Carta de Intención para el Acuerdo Stand-By con el FMI de octubre del pasado año.

Según el Memorando de Políticas Económicas del referido acuerdo y justificado por el impacto de la crisis global en la economía dominicana, el Gobierno solicitó y consiguió aprobación del Fondo, para ejecutar una “política fiscal anti cíclica por el resto de 2009 y durante el 2010” con el objetivo de estimular la recuperación económica y fortalecer las perspectivas de crecimiento.

Al amparo de esta política fiscal expansiva el Gobierno ha aumentado el gasto público de manera significativa desde finales de 2009 y en los meses transcurridos de este año, lo que según los datos oficiales ha provocado una espectacular recuperación del crecimiento que, de un crecimiento de apenas un 1% en el trimestre enero-marzo 2009, pasó a un incremento del PIB real con base interanual en el primer trimestre de este año de 7.5% y con perspectivas de un mayor aumento para los próximos meses, según las autoridades del Banco Central. Esta recuperación de la economía ha provocado la expansión automática de las exportaciones y las importaciones, las recaudaciones de impuestos y el crédito privado, lo que ha sustentado la revisión de las previsiones de crecimiento para todo el 2010 de 3.5% a 6 o 7%. Si al comportamiento de la economía descrito le agregamos el ingreso de los fondos provenientes de los bonos globales colocados recientemente en los mercados internacionales, los cuales acaban de ser registrados como ingresos del Gobierno durante el mes de mayo, entonces debemos concluir que estamos en un momento decisivo para echar una revisión al programa de estímulo fiscal, reduciendo su velocidad y aprovechando la impresionante recuperación para soliviantar la política de endeudamiento y sentar las bases para un ahorro fiscal que pueda servir de resguardo ante la debilidad de la recuperación de las economías desarrolladas y su impacto futuro en la economía  dominicana.   Mediante el Acuerdo con el FMI se aumentó el  déficit fiscal del Gobierno Central de un nivel de 1.9% del PIB previsto en el Presupuesto de 2009 (RD$30,886.7 millones) a 3.4% ejecutado al cierre fiscal de ese año, lo que elevó la brecha presupuestaria a RD$57,855.4 en el 2009.

Los informes preliminares de la ejecución presupuestaria enero-mayo 2010 del Gobierno Central, muestran un déficit en el resultado financiero, en este nivel de gobierno, ascendente a RD$28,713.8 millones después de donaciones. A este déficit hay que sumarle las necesidades de recursos para el subsidio eléctrico cuyas apropiaciones presupuestarias se agotaron en el primer trimestre. 

El balance primario previsto para el 2010 en el Acuerdo con el FMI debería  cerrar en 0, sin embargo, el Gobierno Central en los primeros cinco meses del año registra un déficit primario de RD$18,839.5 millones. Esto indica que, de continuar la actual tendencia de gastos, el déficit fiscal superará las estimaciones de las autoridades económicas nacionales y del FMI.

La expansión del gasto público al cerrar el mes de mayo de 2010 con respecto al 2009, anda por el orden del 51% para un aumento absoluto de RD$26,765.9 millones más de gastos de capital  y RD$17,439.2 millones adicionales de gastos corrientes. 

De acuerdo con los datos oficiales es claro que los propósitos de restaurar el crecimiento del PIB real de 0.5 a 1.5% en el 2009 y de un rango de 2.5 a 3.5% han sido rápidamente alcanzados y superados en tan solo siete meses del Acuerdo con FMI. El crecimiento de 7.5% del PIB real en el primer trimestre, unas previsiones de que este se acerque a su nivel potencial y llegue al 6 o 7% al final del año, junto a  la creación en los últimos seis meses de 130,440 nuevos empleos me parecen suficientes para que las autoridades relajen la política fiscal y cierren las posibilidades de inflación, ampliación del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, aumento del  endeudamiento antes de que sea tarde. Una ralentización del gasto liberaría los recursos para solventar la brecha del subsidio eléctrico sin tener que incurrir en nuevas deudas y frenaría los riesgos de un recalentamiento de la economía.

La cifra

18,839 millones de pesos.  
Es el déficit primario que registra el Gobierno  en los primeros cinco meses de este   año. Si sigue esa tendencia, superará estimado de autoridades  y  FMI.

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Ingreso bonos

Si al comportamiento de la economía le agregamos el ingreso de  los bonos globales colocados  en los mercados internacionales, que acaban de ser registrados como ingresos del Gobierno,  debemos concluir que estamos en un momento decisivo para echar una revisión al programa de estímulo fiscal, reduciendo su velocidad y aprovechando la  recuperación para soliviantar la política de endeudamiento y sentar las bases para un ahorro fiscal que pueda servir de resguardo ante la debilidad de la recuperación de las economías desarrolladas.

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