Tres de cada cuatro estadounidenses creen que Estados Unidos debe tener relaciones diplomáticas con Cuba, archivo
Washington. Los congresistas estadounidenses se mostraron divididos respecto a la reanudación de las relaciones con Cuba escenificada hoy con la reapertura de la embajada cubana en Washington y con el izado de la bandera en ella.
“Este es un día histórico, después de 54 años de aislamiento y de embargo finalmente se restablecen las relaciones diplomáticas y tenemos una oportunidad para establecer un puente” entre ambos países, declaró a los periodistas el representante demócrata Raúl Grijalva, que en mayo visitó Cuba dentro de una delegación del Congreso de EE.UU.
Grijalva, que asistió a los actos por el restablecimiento de las relaciones en la sede de la embajada de Cuba en Washington, aseguró que “no necesariamente hay que estar de acuerdo con la política del Gobierno (de Cuba) o su ideología para entender que tanto el pueblo cubano como el estadounidense se van a beneficiar con esto».
El legislador por Arizona se mostró convencido de que ahora los temas del embargo y de la base de Guantánamo van a cobrar más atención y aseguró que a medida que “el pueblo estadounidense va a estar cada vez más a favor de la normalización” de relaciones, surgirá una iniciativa para levantar las sanciones a Cuba.
“Creo que la opinión pública (estadounidense) va a cambiar de modo que nos persuada (al Congreso) para que el embargo se pueda levantar en los próximos dos o tres años”, anticipó.
Por su lado, el senador Bob Menéndez, también demócrata, recordó que pese a que la atención se centra hoy en la reapertura de las embajadas, a él le siguen turbando las violaciones de los derechos humanos en Cuba.
“Ha habido más de 2.800 detenciones por motivos políticos en la isla este año, y no hay ninguna señal que indique que el régimen de (el presidente Raúl) Castro está dispuesto a comenzar a respetar los derechos del pueblo cubano a la libertad de expresión, periodismo independiente, o el acceso a información”, dijo Menéndez.
En su declaración, el senador de origen cubano consideró que “las relaciones diplomáticas con EE.UU. son un privilegio y se deben ganar”, pero dijo que tras el anuncio de la negociación de la normalización de relaciones, el 17 de diciembre pasado, “el Gobierno cubano se ha negado a hacer cualquier cambio sustancial para defender los principios democráticos y los derechos humanos».
Menéndez criticó al Gobierno del presiente de EE.UU., Barack Obama, y dijo que con este acontecimiento “continúa validando el comportamiento brutal del régimen castrista».
En la misma línea, el exgobernador republicano de Florida y aspirante a la candidatura presidencial de su partido para las elecciones de 2016 Jeb Bush, se mostró en contra de la reanudación de las relaciones diplomáticas con Cuba.
“Obama se equivoca con sus prisas por restablecer las relaciones con Cuba. Esta embajada sólo sirve para legitimizar aún más a un régimen represivo”, dijo Bush en un mensaje en su cuenta oficial en Twitter con motivo de la reapertura de embajadas.
“Necesitamos un presidente estadounidense que vaya a La Habana sólo en solidaridad con un pueblo cubano libre”, agregó.
Otro precandidato a la Presidencia, el exgobernador demócrata de Maryland Martin O’Malley, publicó en Twitter que pese a la “histórica” apertura de la embajada estadounidense en La Habana, ahora “lo que más importa son las acciones, no las palabras».
El senador republicano Jeff Flake, que también estuvo en la ceremonia en la embajada cubana en Washington, adelantó que el izado de la bandera estadounidense en la embajada de su país en La Habana, previsto para el próximo mes, debe dar paso a la eliminación por el Congreso de las restricciones que persisten entre los dos países.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, viajará a Cuba el próximo 14 de agosto para encabezar el izado de la bandera estadounidense en la embajada de su país en La Habana, según adelantó hoy la cadena de televisión CNN.
Flake, que el mes pasado integró una misión de congresistas republicanos a la isla en la que se reunieron con el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y con el canciller, Bruno Rodríguez, dijo que una de las primeras iniciativas en el Congreso será levantar la prohibición de viajes a los estadounidenses.
Dicha iniciativa, según el senador republicano por Arizona, cuenta ya “con 46 apoyos en el Senado”, de los 100 que tiene la Cámara, “y va a conseguir más respaldos”, agregó Flake. Sobre la confirmación del embajador de EE.UU. en Cuba, Jeffery DeLaurentis, el legislador dijo que una vez que Obama presente su designación al Senado, de seguro de que acabará por ser confirmado.
“Va haber algunos (senadores) que van a intentar bloquear el nombramiento (…) pero cuando los estadounidenses puedan viajar legalmente a Cuba y puedan empezar a hacer negocios legalmente en Cuba van a necesitar el mismo nivel de representación que tienen en todo el mundo y eso incluye tener un embajador.
Estados Unidos y Cuba escenificaron hoy el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas tras casi 55 años de ruptura con la apertura en Washington de la embajada cubana y el izado de la bandera cubana en el edificio que desde 1977 acogía a la Sección de Intereses.