Políticos y un gremio cierran filas en contra de clases presenciales

Políticos y un gremio cierran filas en contra de clases presenciales

La única restricción severa para impedir que los dominicanos permanezcan juntos bajo techo que sobrevive es la que cierra las aulas y las condena al vacío.

La decisión gubernamental hacia un retorno voluntario a la docencia presencial en la educación no universitaria tiene dividido al país, comenzando por el propio sector de los profesionales y especialistas de la medicina y fue recibida con rechazo por una directiva de maestros (ADP) recientemente conquistada por seguidores del Partido de la Liberación Dominicana, situado en una agenda de críticas con intención política a la actual gestión oficial contra la pandemia.

Con anterioridad a esta contraposición, que incluye objetivos partidarios y gremiales, la llegada del licenciado Luis Abinader a la jefatura del Estado fue seguida por un inusual respeto al sentido de continuidad, al menos en el sobresaliente y desafiado ámbito público de la Salud, siendo lo que más convenía al país.

Al tomar el mando, estaban sentadas las bases con líneas generales trazadas y puestas a funcionar en adversa coincidencia con un proceso electoral accidentado sin que cayeran en pausa las acciones sanitarias contra el expansivo virus SARS-CoV-2.

De inmediato, el nuevo primer mandatario aplicó respuestas más agresivas con gestiones para una adquisición continua de vacunas, y dando mayor intensidad a la aplicación de medidas para mitigar daños a la economía y contrarrestar los efectos sociales de las parálisis productivas, a veces desastrosos.

Sus esfuerzos propiciaron una recuperación del crecimiento, de la dinámica turística y de la contratación de mano de obra en zonas francas sacadas de letargo, algo que venía a ocurrir al tiempo que el país recibía las primeras sacudidas por encausamientos a partir de gruesas acusaciones de corrupción hacia exfuncionarios y allegados al más alto nivel del régimen anterior.

Aulas siguen vacías

La gestión de poder 2020-2024, tornada en irritante para los desplazados que la culpan del libre accionar persecutorio del Ministerio Público, no ha podido sumar a su agenda de normalización del país la reapertura de escuelas que, ciertamente, ocurriría en medio de una más severa ola de contagios.

La reapertura docente ha sido objetada categóricamente por autorizados neumólogos, epidemiólogos y pediatras, secundados, de buenas a primera, por la sólida militancia de profesores que llevó al PLD de nuevo a controlar uno de los gremios de más antigüedad, tradición y fortaleza en el espectro laboral dominicano en el momento en el que, al parecer, a los peledeístas les sobran motivos para combatir a sus sucesores en la función pública.

A pesar de la conjunción para el rechazo a las clases presenciales en que se han situado el sindicalismo embravecido por razones partidarias y respetables núcleos del ejercicio de la medicina, es difícil poner en duda que la mayor capacidad de catalogar la situación epidemiológica en sus detalles y fijar criterios sobre ella corresponden al Gabinete de Salud.

Con no menor peso, como fuerza organizada y de larga historia de confrontaciones y reclamos frente al poder, el Colegio Médico Dominicano se lanzó públicamente a respaldar la presencia de estudiantes en las aulas, argumentando que: «la mayoría de las familias del país son monoparentales y los progenitores no tienen con quién dejar a sus hijos cuando se van a trabajar y además tampoco tiene acceso a la virtualidad».

Los colegiados, que además sostienen que «en las escuelas los niños tendrán un tutor vigilándolos, educándolos y orientándolos para que se pongan mascarillas, guarden la distancia y se higienicen», integran una entidad que por mandato del artículo 2 de la ley que la creó tiene por objetivo: «servir al Estado dominicano de organismo consultor en materia de salud», un estatus que dista de lo que institucionalmente corresponde a la Asociación Dominicana de Profesores.

En cambio, la directiva adepeísta, cuyo fin se circunscribe a conquistas laborales, llamó a los maestros a abstenerse de acudir a los planteles antes del día 31 de este mes por considerar necesario privarse de contactos con los alumnos hasta que disminuya el nivel de contagios de la covid-19.

Informó haber aplicado un levantamiento entre su afiliados que en una muestra preliminar de 10,011 profesores de los 122 distritos escolares, le permitió configurar el alto nivel de contagios que hay en el magisterio (10,000 en sus cálculos). El 33.7% dijo tener fiebre, el 57%, tos y el 49.9% secreción nasal.

En respuesta a la posición antipresencial, y para insistir en el regreso a las escuelas, el Gabinete de Salud dijo que promueve el retorno a aulas a partir de «los perfiles epidémicos y de infectología y por un control estadístico con observación directa del comportamiento masivo del virus y sus evoluciones».

Razones de EDUCA

Acción Empresarial por la Educación, EDUCA, considera que el reinicio de clases presenciales permitiría a estudiantes superar el déficit de aprendizaje producto de la pandemia. «Este momento es tiempo de unidad y de trabajar juntos priorizando lo que nos une y no lo que nos separa en favor de alcanzar mejores niveles de aprendizaje para nuestros estudiantes».

Sostiene que pasado más de un año de tener a la gran mayoría de los centros educativos cerrados, los estudiantes dominicanos resultan los más rezagados de la región en el retorno a las aulas.

«Luego de ensayado el modelo educativo exclusivamente a distancia, y vistas sus limitaciones, Educa celebra que las autoridades «se hayan dispuesto a iniciar un proceso para encarar y revertir esta situación».

Dijo no tener dudas de que el Ministerio de Educación y los docentes dominicanos se colocarán a la altura de las circunstancias para enfrentar la crisis de aprendizaje de la generación 2020-2021.

Según una encuesta llevada a cabo por la organización World Vision de República Dominicana, el 83.3% de los hogares del país carece de acceso a la Internet para poder participar en la educación virtual porque no tiene recursos económicos para pagarlo.

Para describir mejor el impedimento para educarse desde sus hogares que afecta a los estudiantes de la extensa masa pobre, el estudio de opinión halló que el apoyo en el hogar para recibir instrucción sin asistir a la escuela solo llega a un 15% y la cobertura electrónica a sectores de la población alcanza apenas al 8.4%.

Solo un 2.1% ha podido utilizar el celular para el seguimiento al dictado de clases.

Razones del PLD

El País, Casa Nacíonal del PLD, Hoy / Francísco Reyes / 03 / 10 / 09 /

El Partido de la Liberación Dominicana, alineado contra la asistencia a aulas, opinó el jueves, a través del exministro de Salud Rafael Sánchez Cárdenas, que el Gobierno zigzaguea e improvisa en las medidas que toma frente a lo que describe como brutal brote de la covid-19.

El máximo dirigente en materia de salud del partido morado acusó al Gobierno de privilegiar la línea de apertura económica, social y cultural desproporcionada sin ningún contrapeso serio en las medidas sanitarias y de salud.

Aprovechó para llamar a todos los dominicanos a «tomar sus propias previsiones y protección de sus familiares ante el tsunami de casos que nos abate con una positividad de las últimas cuatro semanas sobre el 25%».

Consideró como grave la situación si se piensa en el hecho de que buena parte de la población está vacunada y se refugia en sus casas a tratarse los casos, lo que explicaría la existencia de un claro subregistro de la magnitud del presente brote.

Razones de UNICEF

La misión en República Dominicana del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, declaró esta semana que aunque existen pruebas contundentes acerca de los efectos de cierre de las escuelas sobre los niños y cada vez más evidencia de que las escuelas no son la causa de la pandemia, persiste la tendencia a mantener los planteles cerrados, «siendo necesario darle prioridad a los planes de reapertura».

La entidad consideró devastador el efecto que ha tenido para los pueblos privar a la niñez del acceso a la educación, a pesar de las clases a distancia. «La capacidad de los niños de leer, escribir y realizar operaciones matemáticas básicas se ha deteriorado, y las habilidades que necesitan para salir adelante en la economía del siglo XXI han disminuido».

Sostuvo que en el momento más paralizante de los confinamientos, estuvo sin el pan de la enseñanza el 90% del estudiantado en todo el mundo, privando del acceso a las clases virtuales a más de un tercio de los niños en edad escolar.

La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, ha advertido que «debido a la ausencia de las comidas escolares, los niños están hambrientos y su nutrición está empeorando. A causa de la falta de interacciones diarias con sus compañeros y la reducción de la movilidad, están perdiendo su forma física y están mostrando síntomas de trastornos mentales».

Unicef no descarta que si los hospitales caen en saturación y los niveles de transmisión son altos, deberían adoptarse medidas de salvaguarda pero que es necesario que República Dominicana diseñe protocolos con indicadores claros para ver en cuáles zonas y en qué momento se podrían abrir las escuelas al menos en forma «semipresencial».

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