Local journalists take part in a march to protest police brutality towards journalists, in Port-au-Prince, Haiti, Thursday, Jan. 28, 2021. (AP Photo/Dieu Nalio Chery)
Dentro de cinco días culmina el mandato del presidente haitiano Jovenel Moise, sin que se hayan hecho elecciones presidenciales para el traspasado de mando, y en medio de un clima de inestabilidad que podría devenir en un caos político mayúsculo.
Ante un posible vacío de poder, las posiciones que se debaten en los medios de comunicación del vecino país se vinculan con las interpretaciones constitucionales sobre la fecha límite de su mandato.
Paralelamente, en las últimas semanas las calles de Puerto Príncipe han sido escenario de manifestaciones de una población hastiada por la incertidumbre política, y por la indetenible inseguridad representada por los secuestros y violaciones que, son organizados, por bandas criminales que el cuerpo policial no ha sido capaz de controlar.
Joseph Harold Pierre, politólogo y economista haitiano, entiende que, de producirse un vacío de poder, la sociedad civil, pese a sus debilidades, tendrá que asumir la composición de un gobierno de transición que cohesione los intereses políticos y logre un mínimo de estabilidad.
“La solución a la crisis que viene tiene que venir de la mano de la sociedad civil, porque los partidos políticos no existen, la clase política no tiene ninguna relevancia respecto a legitimidad, y lo único que nos queda es la sociedad civil, es con lo único que podemos contar.
“De lo contrario eso va a ser un caos total, donde el único actor van a ser las bandas criminales que son grupos marginados de la sociedad, es triste, pero será así si la sociedad civil no hace un esfuerzo para superarse y asumir esa responsabilidad”.
La salida del presidente es inminente este año, pero lo que sí es cierto es que no se va el 7 de febrero, pero es posible que no se pueda quedar hasta el 7 de febrero de 2022, afirmó Pierre.
“En este caso habrá un gobierno de transición, eso es lo que más se espera, pero quién lo va a asumir. En la Constitución hay cómo formarlo, normalmente tendría que ser un juez de la Suprema Corte, pero también puede ser el presidente del Senado”.
Interpretaciones constitucionales. Edwin Paraison, presidente de la Fundación Zile, y exdiplomático de Haití en el país, plantea que en estos momentos hay una lucha entre opositores sobre la legitimidad o no de la permanencia de Moise en el poder más allá del 7 de febrero.
“Según la oposición y notables juristas, incluso constitucionalistas, el proceso que llevó al poder a Jovenel Moise inició en octubre de 2015, aunque su juramentación se hiciera en febrero de 2017, tras la continuación de las elecciones en 2016.
“Por tal razón, el mandato está constitucionalmente real en el tiempo, en cuanto a su duración. Evidentemente la inexistencia de un Tribunal Constitucional en Haití deja el campo abierto a los grupos en pugna, para alimentar el debate con argumentos y contraargumentos jurídicos”.
En ese sentido, la Asociación de Abogados de Haití plantea que el período del presidente Moïse debe finalizar el 7 de febrero de 2021, es decir, cinco años después de la fecha de las elecciones.
En una nota publicada en el diario haitiano Le Nouvelliste, la entidad argumenta que las disposiciones constitucionales relativas al mandato de Moïse deben entenderse a la luz de la interpretación restrictiva impuesta a los parlamentarios el 13 de enero de 2020.
Para la entidad, la polémica sobre la extensión del actual Gobierno se origina en “las ambigüedades inducidas por el texto constitucional, que yuxtapone el tiempo constitucional y el tiempo electoral sin tomar la medida de las posibles distorsiones”.
Llamado del Senado. En lo que se decide el mecanismo a utilizarse para el gobierno de transición, el presidente del Senado, Josehp Lambert, hizo un llamado a los diferentes sectores sociales, y representantes de organismos internacionales, para que los días 3 y 4 de este mes se discuta la posibilidad de un acuerdo político que frene el caos inminente, y así estabilizar el país.
“Convencido de la capacidad de los actores de la vida nacional para encontrar un acuerdo sobre los desacuerdos, por el bien de las generaciones futuras, el Senado de la República invita a todos los haitianos a ir más allá de sí mismos para salvar Haití”, explicó en el comunicado publicado en la red social Twitter.
En el ínterin, la inseguridad. Haití tiene otro frente abierto: los secuestros y violaciones de jóvenes. Cada día se suman las víctimas y la ciudadanía no tiene respuesta.
El director general de la Policía Haitiana, Léon Charles, expresó a medios haitianos que la crisis política ha perturbado el trabajo policial, con miras a detener la inseguridad que se propaga por todo el país.