AME5703. PUERTO PRÍNCIPE (HAITÍ), 14/02/2021.- Miles de manifestantes participan hoy de una protesta contra el Gobierno de Jovenel Moise, en Puerto Príncipe (Haití). Una nueva crisis política estalló en Haití la semana pasada tras la destitución de tres magistrados por decreto del presidente Jovenel Moise, lo que ha elevado las alertas de la comunidad internacional. EFE/ Orlando Barría
Multitudinarias manifestaciones se realizan en Puerto Príncipe pidiendo la salida de Moise
Para el politólogo haitiano Joseph Harold Pierre la crisis política por la que atraviesa su país podría solucionarse si el presidente Jovenel Moise abandona el cargo y lo reemplaza un gobierno de transición, o si se queda hasta 2022, pero sin participar en la organización de elecciones ni continuar con la reforma constitucional que impulsa.
Cualquiera de las dos opciones que se escoja debería contar con una mesa de concertación, integrada por representantes de la sociedad civil, de medios de comunicación imparciales, del sector privado y delegados de la comunidad internacional, expresa Pierre.
Haití enfrenta en estos momentos un vacío institucional, debido a que el presidente Moise asegura que su mandato concluye en el 2022, mientras sus opositores consideran que su permanencia en el poder, más allá del pasado 7 de este mes, violenta los preceptos constitucionales.
La crisis llegó a un extremo tal que la oposición política nombró al juez Joseph Mecene Jean- Louis, de 72 años, como presidente interino, mientras Moise denunció que fue frustrado un intento de golpe de Estado con la intención de asesinarlo.
Paralelamente las calles de Puerto Príncipe han sido copadas, en varias ocasiones, por miles de manifestantes que exigen la renuncia de Moise.
En ese contexto Pierre plantea que se debe buscar una salida sociopolítica, para evitar la exacerbación del caos que ya está presente.
“Existen tres posibilidades que pueden agravar el caos: en primer lugar si Jovenel Moise sale y es reemplazado por un poder provisional sin concertación con él; si Moise permanece sin concertación con la oposición y las fuerzas vivas de la sociedad que exigen su partida, o si permanece en el poder, independientemente de las condiciones, pero se empeña en organizar las elecciones y reformar la Constitución”.
La confusión jurídica. Lo que se discute en Haití es si el presidente Moise debió abandonar el cargo el pasado 7 de este mes, al cumplirse el mandato de cinco años, o si debe continuar hasta el 2022 bajo el amparo de un denominado “tiempo constitucional”.
En ese sentido, Pierre explica que “la crisis actual está envuelta en una gran confusión desde el punto de vista jurídico, no solo por la interpretación de los textos, sino también por la aplicación inoportuna de dos constituciones, la de 1987 y la reformada de 2011”.
“La Constitución de 1987 establece en su artículo 134.1 que la duración del mandato presidencial es de cinco años, período que comienza y terminará el 7 de febrero siguiente a la fecha de las elecciones. Este artículo fue incluido tal cual en la Constitución del 2011”, afirma Pierre.
Sin embargo asegura que esos dos textos difieren en lo relativo al “tiempo constitucional sobre la duración del mandato presidencial”.
“El artículo 134.2 de la Constitución de 1987 se lee como sigue: “Las elecciones presidenciales se celebrarán el último domingo de noviembre del quinto año del mandato presidencial”.
“Dicho artículo no hace ninguna alusión al llamado “tiempo presidencial”. Sin embargo, en la Constitución reformada, ese artículo pasa a ser: Las elecciones presidenciales se celebrarán el último domingo de octubre, del quinto año del mandato presidencial”.