Política Económica Terminator

Política Económica Terminator

POR JAIME ARISTY ESCUDER
El gobierno del PLD ha estado ejecutando una política económica que deteriora continuamente las condiciones de vida de la población. El desplome del empleo, el incremento de los precios de los artículos de primera necesidad y el colapso del ingreso promedio de los hogares ha acentuado la incidencia de la pobreza,  llevando a miles de familias a vivir en la extrema pobreza.

Nunca antes un gobierno había tenido tanta voracidad tributaria. En sólo tres años se han aprobado tres reformas tributarias con el objetivo de extraer 100,000 millones de pesos anuales de los bolsillos de los contribuyentes. La última reforma tributaria provocó aumentos de precios de muchos productos de la canasta familiar, deteriorando, aún más, el poder de compra de los consumidores dominicanos.

Nunca antes un gobierno había tenido tanto dinero para gastar. Se estima que en los cuatro años de administración del PLD las autoridades recibirán -y gastarán- un trillón de pesos; es decir, un millón de millones de pesos. El conteo es simple: entre el 16 de agosto y el 31 de diciembre del año 2004 el gobierno gastó 63,533 millones de pesos; en el año 2005 el gobierno gastó 186,147 millones de pesos; en el año 2006 el gasto público ascendió a 224,293 millones de pesos; se prevé que en el año 2007 el gobierno gaste la suma de 275,000 millones de pesos; y, por último, se estima que en los primeros ocho meses del 2008 el gobierno gastará 255,000 millones de pesos.

A pesar de tanto dinero, el 74% de la población piensa que la economía está malas condiciones. Esa percepción se debe a la combinación de fuertes pagos de impuestos y un gasto público que no pone primero a la gente. La población está cansada de pagar más impuestos sin recibir nada a cambio. La aplicación del Número de Comprobante Fiscal (NCF) es un mecanismo que sacará más dinero de los bolsillos de los contribuyentes -principalmente de los informales- y los pondrá a la disposición de funcionarios que gastan en actividades no prioritarias: el Metro de Santo Domingo; el piso de mármol de la biblioteca de la UASD; los sillones de piel del salón del Consejo Académico de la UASD; publicidad y propaganda a favor del régimen del PLD; sueldos de millares de compañeritos del PLD; y numerosísimos viajes y viáticos del Presidente y sus funcionarios; entre otros.

El gasto que beneficia a la gente se ha desplomado. El gasto en educación y salud públicas se ha reducido en términos relativos, e incluso se les redujo más de 1,800 millones de pesos del presupuesto del año 2006 para destinarlos al Metro de Santo Domingo. A la población le molesta que a pesar de que el gobierno tendrá en sus manos un trillón de pesos, numerosos estudiantes de las escuelas públicas tengan que sentarse en pedazos de bloques de construcción. La indolencia del gobierno con relación a los enfermos que son agrupados en los pasillos de los hospitales públicos es indignante. Esa triste realidad es producto del mal manejo del gasto público que deteriora el bienestar de la gente.

La política cambiaria del Gobierno del PLD y de su Banco Central ha destruido al sector de zonas francas industriales. La sobrevaluación de un 22% del peso dominicano ha reducido significativamente la rentabilidad de las exportaciones, llevando a la quiebra a muchas empresas de zonas francas. Se estima que en Santiago han perdido su puesto de trabajo más de 100,000 personas que se ganaban el sustento en las empresas de zonas francas o en actividades relacionadas. El turismo también ha sido impactado negativamente. Alrededor de una decena de hoteles propiedad de dominicanos ha tenido que cerrar o venderse. Es muy probable que los hoteles comiencen a estar afectados por el fenómeno de la estacionalidad, que consiste en el cierre de las instalaciones durante la temporada baja debido a la disminución de la rentabilidad.              

La política crediticia también ha afectado negativamente a las empresas nacionales. La rígida implementación del Reglamento de Evaluación de Activos ha disminuido el ritmo de crecimiento del financiamiento que se dirige a las empresas. El crédito que está creciendo es el de consumo: hipotecario, préstamos personales y tarjetas de crédito. Lamentablemente, la industria nacional, que está obligada a modernizar sus instalaciones para insertarse exitosamente en el DR-CAFTA, no está recibiendo el financiamiento que necesitan. La consecuencia inmediata es la quiebra de empresas y el aumento de la tasa de desempleo.

La política monetaria del Gobierno del PLD es una bomba de tiempo. En vez de reducir el monto de los certificados de inversión, tal como prometió el Presidente Fernández en el discurso de toma de posesión, la deuda del Banco Central se ha duplicado en dos años y medio de gobierno. Los 170,000 millones de pesos de deuda de esa entidad constituyen el principal peligro que tiene la economía dominicana, pues si el agujero de 55,000 millones del Baninter produjo un aumento de la tasa de cambio a 55 pesos por dólar, la explosión del agujero del Banco Central llevaría la tasa de cambio por encima de los 100 pesos por dólar.    

La política económica produce mucha incertidumbre que ahuyenta a la inversión extranjera. El Citibank cerró sus operaciones de banca de consumo en el país para expandirse en Centroamérica, pues allí la economía es más estable y boyante que la dominicana, a pesar de que la tasa de crecimiento del PIB real es la mitad de la que calcula el Banco Central para la República Dominicana. Centennial, el Republic Bank, Verizon, Falconbridge, son otros ejemplos de empresas que han tomado sus maletas para buscar un nuevo entorno de hacer negocios.

Los consumidores y los contribuyentes son los grandes perdedores de la política económica del Gobierno del PLD. Ya nadie está seguro en su puesto de trabajo. La recesión económica provocada por la política económica convierte en un vía crucis el trayecto de la casa al trabajo en las mañanas, pues las personas salen de sus casas con un empleo y no saben si regresarán desempleados. Sin lugar a dudas, la Política Económica Terminator es brutal y desalmada.

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