Poncio Rafael Pou Saleta ¡Un héroe!

Poncio Rafael Pou Saleta ¡Un héroe!

Cuando ocurrió la gesta que los santiagueros escenificaron contra la tiranía trujillera, en el año de 1934. Y que el régimen opresor nombró “complot de Santiago”, Poncio Pou era un niño; pero su rebeldía empezó a nutrirse  con los ejemplos de los Perozo, los Patiño, Hellobín Cruz, Moño Castro, Kaporit y Papa Michel. En el 1950 Poncio Pou, Arturo Cordero y Federico Pichardo apelaron al acto heroico de “meterse” en la Embajada de México. El chofer que los trajo a la Capital fue Montano Deschamps Mercado, al cual le dieron muerte los esbirros de José Estrella, conocidos por los malsanos y aborrecidos nombres de Honofre y Pichilín.

Pasaron los años “como las nubes pasan por los caminos del ancho cielo”. Y en el año de 1962, el héroe Poncio Pou era el Director General de la Radiotelevisora estatal, la antigua Voz Dominicana convertida en Radio Santo Domingo Televisión. Para el final del 1962 Poncio se decidió a retirarse de la dirección de la empresa estatal. Y se dispuso a dar antes un paso memorable, el cual consintió en bautizar algunos estudios de Radio Santo Domingo con los nombres de ex trabajadores de la empresa que vinieron en las  repatriaciones de Junio de 1959, a convertirse con su muerte en héroes de la patria.

Esos mártires de junio de 1959 fueron: César Federico Larancuent (locutor), Rafael (Fello) Valverde un “croopier” del Casino, Luis Conrado Ruiz (Peligro) un técnico de la televisión. También Henry Ramírez que era musicalizador de las novelas, y José Fabio Bergés (El Grillito) que desempeñó el oficio de bailarín.

El homenaje a los héroes fue transmitido por radio y por televisión. El Estudio María Montez de la televisión se vio repleto de asistentes y las palabras laudatorias no podían faltar, ellas eran imprescindibles y hubo encendidas palabras, vale decir emocionados discursos.

Para loar al técnico de televisión que vino a sacrificarse en junio de 1959, de nombre Luis Conrado Ruiz (Peligro) habló el también técnico de televisión Lulio Moscosos Espinosa. Para rendir el tributo de la honradora remembranza en honor de José Fabio Bergés (El Grillito), se manifestó con sentidas palabras el bailarín José Caba. Y para el reconocimiento del locutor César Federico Larancuent (Zunún). Pues había que destacar que desde el trágico 1930 empezaron a caer los hombres de la “familiarmente trágica casta de los Larancuent”. Y así tenemos que el primero en pagar el tributo de la mártir sangre, fue el padre, el responsable general Alberto Larancuent Ramírez, ultimado en el mismo 1930 en el Parque Colón frente a la estatua del Almirante-descubridor. Y en el 1946 un hijo del mismo nombre, Alberto Larancuent, sindicalista dirigente en el Este de los trabajadores de la caña. Y terminamos con: ¡salud para los lectores. Y una oración por el héroe de la dominicanidad: Poncio Rafael Pou Saleta! 

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