La Seguridad Social se convierte en un Derecho Humano en 1948, fecha en que la Asamblea General de las Naciones Unidas la incluye  como tal en la  Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En ese contexto, la República Dominicana transita en el devenir histórico dando pasos seguros en la implementación del Sistema Dominicano de Pensiones.

Con ello, el país  se inserta en el concierto de naciones de Latinoamérica y el Caribe, así como de algunos países de Europa, que desde hace más de dos décadas han implementado reformas en sus sistemas previsionales, bajo el esquema de Capitalización Individual, a favor de grandes grupos sociales postergados, tras la búsqueda de una importante conquista social.

Es propio resaltar que el Sistema de Capitalización Individual se crea en Chile en el año 1981, al dar inicio a una corriente de reformas en diferentes países de América y el resto del mundo, con adecuaciones propias, dependiendo de las características de cada país.

Asimismo, y de conformidad con las disposiciones contenidas en la Ley 87-01 de fecha 9 de mayo de 2001, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, se establece la implantación del Sistema Previsional Dominicano, en aras de dar cobertura a la población.

El propósito fundamental de es sistema previsional es proteger a los afiliados contra los riesgos de vejez, cesantía por edad avanzada, discapacidad y sobrevivencia.

Esto quiere decir que al llegar el momento de retiro, los beneficios sean captados en función de los aportes  que haya realizado el afiliado en su vida laboral, registrados en su Cuenta de Capitalización Individual.

Cabe precisar que en este sistema, la información sobre los aportes realizados por el trabajador es tan importante como el capital que se entrega.

Creemos y entendemos que el Sistema de Capitalización Individual se adecúa de modo determinante a los intereses de la nación, en aras de garantizar el éxito de la Reforma del Sistema Dominicano.

Avancemos, con el reto por delante de lograr el mejor sistema previsional de Latinoamérica y el Caribe.

Garantizando  a los afiliados como a sus beneficiarios pensiones dignas.

Coadyuvemos, pues, con una de las mayores reformas que han tenido lugar en  el devenir histórico de nuestra vida republicana.