Poner los puntos sobre las íes

Poner los puntos sobre las íes

Luis Scheker Ortiz

18 08 2021 HOY MIERCOLES 180821 Opinion24 1 1

En su editorial del jueves 12 de agosto, titulado “Negando Código a una nación”, apegado a la verdad, el periodico con exquisita serenidad y ecuanimidad, sin mayor dilación ni subterfugio, pone los puntos sobre las íes. Determina “el ineludible alcance integral del proyecto del Código Penal, tronchado – al parecer- por la confrontación que gravita en el Congreso Nacional con interpretaciones distintas sobre la vida”.

Unos defienden la existencia humana “pro-vida”, atada a dogmas religiosos; otros su verdad distanciada de convicciones teológicas, ajustada “a un orden jurídico destinado fundamentalmente, en el respeto a la dignidad humana” (Artículo 5 de la Constitución) siendo Función Esencial del Estado, (Articulo 8) “La protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto a la dignidad, y obtención de los medios que le permita confeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva dentro de un marco de libertad individual y de justicia social”.

A contrapelo con el Artículo 37, impuesto por la jerarquía católica opuesta a las tres causales eximentes del aborto, “el rechazo a su exculpación es anti vida – no “pro vida. El Artículo 38 desnuda la absurdidad: “La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos”. ¿Acaso la mujer, por serlo, carece de dignidad? ¿Debe ser excluida?

Considerar el feto una criatura real, existencialmente viva, es contra natura. Obligar a la mujer que lleva en su vientre el producto de un incesto, una violación sexual brutal, o expone en peligro su vida científicamente diagnosticada por médicos competentes dada la deformación del germen engendrado, es además de inhumano, flagrantemente violatorio de la Constitución.

Como enfatiza en su austero editorial “el desencuentro es inaceptable como causa de un atascamiento por un anacronismo que parece condenar a la Republica Dominicana continuar en la obsolescencia jurídica, colocando al país entre los escasos Estados del mundo que proscriben la interrupción de embarazos por razones humanitarias “ y de dignidad personal.

Este editorial tiene carácter de perpetuidad para todo ser guiado por la razón, la equidad, la justicia, no por discriminación, creencias religiosos o intereses particulares que reniegan la libertad de pensamientos, de cultos y de creencias propios de un sistema de gobierno laico y democrático, no confesional.

No son “peones” como pretende estigmatizar con voz tronante y soberbia inaudita quien desde su sagrado magisterio olvida la sabia enseñanza del divino Jesús “Amaos los unos a los otros.”

El aborto clandestino, lejos de las tres causales, persistirá aquí y en el exterior por múltiples causas con o sin Código Penal. Los legisladores independientes, conscientes de su deber y responsabilidad ante el pueblo y la nación, son la vanguardia de esta lucha estéril.

Como advierte el Presidente del Senado Don Eduardo Estrella, a cada legislador le asiste el derecho de disentir, de ausentarse y no hacer quorum con su presencia si considera que con ello impide que intereses malsanos se impongan a la voluntad del pueblo y la Constitución.

Unos defienden la existencia humana “pro-vida”, atada a dogmas religiosos

Considerar el feto una criatura real es contra natura

¿Acaso la mujer, por ser mujer, carece de dignidad?