Ponerse al día contra el virus

Ponerse al día contra el virus

El incremento de las hospitalizaciones y de ingresos a cuidados intensivos y al uso de respiradores por causa del coronavirus ocurre en la inminencia de los días que más conducen a la población a la interacción social y festiva al impulso de tradiciones que concitan las más firmes adhesiones. En contraste con otros países de cercanía, República Dominicana no tiene en sus expectativas de contratación con firmas farmacéuticas un pronto inicio de vacunación masiva.

En Estados Unidos, parte de Europa, Brasil y otros más, habría mucha urgencia de inmunizar por sus altas mortalidades, pero la combinación de factores aquí incluye una preocupante subida de contagios que obliga también a acciones de contención adicionales.

Una de las alternativas sería desistir de un pronunciado relajamiento de las prevenciones de carácter obligatorio y quizás mantenerla en sus actuales niveles por suficiente tiempo para revertir la tendencia al alza de la enfermedad. Adelantar de algún modo la administración de las dosis ya contratadas para proteger a personas de las infección es algo que procede aunque no vaya a lograrse un efecto protector masivo como para disfrutar unas Navidades más relajadas. Contundentemente, lo más apropiado para dar batalla efectiva al SARS-CoV-2 sería acogerse al mismo ritmo del resto de la humanidad a la aplicación de los inmunizadores de comprobada efectividad.

La gran causa de los pensionados

El país necesita llevar el sistema de pensiones a condiciones operativas más favorables que incluyan proporcionar mayores ingresos mínimos y promedios a los afiliados para poder elevar los aportes de los asegurados sin lesionar su poder adquisitivo. Otras reformas institucionales serían necesarias, como reducir la informalidad en la economía y el desempleo y evitar estructuralmente la evasión y la elusión que debilitan.

La doble función social del ahorro allí acumulado, que es financiar el desarrollo y proveer ingresos a los afiliados al final de su vida productiva, debe descansar en pilares institucionales que permitan extender los beneficios a más personas y de mayores retribuciones para sus consumos. El sector de población que necesitará pensiones crece desafiante y se debe estar preparado para responder a sus apremios.

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