Poniéndole pueblo a la integración

Poniéndole pueblo a la integración

La frase que da nombre a este trabajo no es de mi autoría; fue una expresión del político colombiano Ramírez Ocampo, ex-canciller de ese país y alto funcionario del PNUD, pronunciada hace unos años para resaltar la necesidad de que los pueblos se beneficiasen de los esquemas de integración en marcha.

Eran momentos en que se resaltaba que una de las grandes falencias de esos procesos era que no contemplaban acciones que contribuyesen a mitigar las grandes carencias sociales que sufren nuestros pueblos. La CEPAL señalaba que en el inventario integracionista de la región se echaba a ver la ausencia de programas sociales. La situación ha ido cambiando sustancialmente desde entonces y hoy día hay una creciente toma de conciencia de que para que realmente avance el proyecto integracionista pendiente debe dotársele de un alto contenido social.

En el Consejo Latinoamericano del SELA, a nivel ministerial, que se celebró hace unos pocos días el Secretario Ejecutivo del mismo, José Rivera Banuet, destacaba: “El destino de América Latina y el Caribe está en la integración, en la fortaleza colectiva para desarrollarnos y lograr de esa manera el avance conjunto de la región y que tengamos un peso mayor en el ambiente internacional».

En esa crucial reunión se tomaron como referencia del accionar regional tres ejes centrales: reforzar la integración regional haciendo énfasis en su dimensión social; ampliar la cooperación económica y social entre los países latinoamericanos y caribeños (la vieja concepción de cooperación Sur – Sur que la ONU ha retomado) y profundizar los mecanismos de consulta y coordinación frente a los escenarios internacionales.

Los ministros se dieron a la tarea de realizar el Foro sobre Convergencia e Integración de América Latina en materia de Salud con el objetivo de identificar y profundizar programas en ese sector social clave en la región.

Los programas en el sector salud se orientan, en primer lugar, a promover la atención y prevención comprendiendo también los aspectos concernientes a la producción y comercialización de productos médicos así como la investigación – identificando esquemas de colaboración – y, algo de gran importancia, la homologación de los títulos.

Ciertamente, el ALBA – la Alternativa Bolivariana de las Américas -, esquema de integración del cual ya forman parte un conjunto importante de naciones de Sur, Centroamérica y el Caribe, ha venido haciendo mucho énfasis en programas sociales en sectores de educación y salud logrando eliminar el analfabetismo en Venezuela y Bolivia. Ya con anterioridad los cinco países andinos habían dedicado atención a programas sociales dentro de la Comunidad Andina de Naciones.

Solo agregándole un contenido social al esfuerzo integracionista se podrá lograr una toma de conciencia plena sobre la urgencia de la integración y que así los pueblos presionen a sus gobiernos para que marchen en la dirección correcta.

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