El primer paso es hacer lo que le genere bienestar, satisfacción, consentirse a sí mismo, dedicarse tiempo de calidad
Detenernos a pensar en este tiempo actual en que vivimos con un ritmo tan acelerado y saturado de actividades por resolver qué hacemos para cuidarnos y cuánto tiempo dedicamos al día para hacerlo, no solo nos dificultan la respuesta, sino que también hacen que el día a día nos deje agotados mental, física y emocionalmente, creando esa sensación de un cansancio permanente.
Estas razones han hecho que el autocuidado personal y emocional se convierta en un tema determinante para la conservación de la salud integral.
Por eso el momento de empezar a incursionar en la actividad del autocuidado, debería convertirse en un tiempo innegociable, en un espacio para consentirse; practicar una actividad que le guste, le divierta y relaje; pasar un tiempo de calidad a solas, en pareja, en familia o con amigos; descansar las horas necesarias; implementar una alimentación balanceada; ejercitar el cuerpo; evadir los hábitos tóxicos; realizar los chequeos médicos preventivos y periódicos que requiera de acuerdo a la condición de salud.
Evitar la automedicación racionalizando el uso de medicamentos según la prescripción médica; integrar medidas de higiene corporal y dental; manejo del estrés negativo; desarrollar habilidades para establecer relaciones sociales e interpersonales funcionales; pueden ser entre otras, algunas de las actividades apropiadas para iniciar o continuar el proceso de adquirir y mantener el bienestar integral como resultado del autocuidado en las áreas descritas.