Siempre, cuando se trata el tema del amor, el enamoramiento, la pasión, lo primero que llega a la mente es el corazón, ese órgano que se encarga de mantenernos vivos, pero al que también se le suele responsabilizar de todo lo que ocurre, e incluso se le acusa de las malas elecciones en esta materia.
¡Cuántas veces hemos escuchado: “mi corazón insiste”, “es mi corazón que se enamoró”, “es él que está enamorado”, “por hacer caso a mi corazón me equivoqué”, “el amor es cosa del corazón, es él quien manda”.
Sin embargo, los conocedores de la psicología, la conducta y la neurociencia afirman que no es el corazón el que decide en el amor, no es allí donde se origina ese sentimiento, sino en el cerebro.
A propósito de este tema relacionado con la celebración del Día del Amor y la Amistad el próximo viernes, 14 de febrero, consultamos sobre el particular con la psicóloga, terapeuta de pareja y familia y sexóloga, Ana Simó, quien dice: “Desde tiempos mitológicos hemos visto al corazón como el responsable de guiar nuestros sentimientos y realmente no es así, es el cerebro”.
La especialista de la conducta, familia y sexología del Centro Vida y Familia precisa que es en el cerebro donde surge el amor romántico, que es un sentimiento humano universal, producido por sustancias químicas y estructuras específicas del cerebro.
Indica, asimismo, que entre esas sustancias se destacan la dopamina, la serotonina y la norepinefrina, las cuales juegan un papel prioritario en el proceso de enamoramiento, en la pasión y en el amor.
“La euforia o entusiasmo ante la persona amada, el aumento de la dopamina, la testosterona, responsable del deseo sexual, ocurre por mandato del cerebro”, añade Simó.
Proceso del enamoramiento. La psicóloga explica que: “A veces la falta de apetito sexual, el aumento de energía, el buen humor, es responsabilidad de las sustancias mencionadas anteriormente, y estas son propias del cerebro”.
“Son esos mandatos cerebrales los que hacen que la persona en algunos momentos se vuelva más impulsiva, que demande mayor proximidad con la otra persona, que sueñe despierta con planes futuros entre dos, que tenga una erección o lubricación en momentos aunque no esté con la pareja”, afirma.
La experta de la conducta precisa que igualmente la búsqueda de apego, de seguridad, a veces cambios conductuales y corporales, todos estos se deben a los cambios bioquímicos que recibe en la zona del cerebro al sentir el ‘enganche’ con otra persona.
Lugar del cerebro donde se origina el amor
Según datos de un estudio de neurociencia publicado por la BBC News, el sentimiento del amor se activa una zona del cerebro llamada núcleo estriado, que es la misma que se activa con la adicción a las drogas.
Científicos de la Universidad de Concordia, en Canadá, informan que el sitio donde se ubica el amor está vinculado al lugar donde se origina el deseo sexual, pero ambos están separados.